Por: Río Doce
Los cárteles mexicanos son los grupos criminales con mayor cantidad de armas en el mundo, gracias a una fórmula que consiste en reclutar a ciudadanos estadounidenses para que compren decenas de miles de armas cada año, las cuales entregan a las organizaciones criminales a cambio de un pago que ronda entre los mil y 2 mil dólares por cada arma larga adquirida.
De acuerdo a fuentes del ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), cada año cruzan a México un promedio de 700 mil armas de fuego, que van desde armas cortas, hasta los AK-47, M4, M16, AR-15, incluso Barret calibre .50, con un alcance diseñado para derribar helicópteros y avionetas.
“Comprar armas en Estados Unidos es lo más sencillo, y cada año hay más de 5 mil eventos de exposición de armas conocidos como Show Guns, donde los principales fabricantes de armas en el mundo van y exponen sus inventarios y novedades, e invitan a los visitantes a comprar armas; son como fiestas para criminales”, dijo John Sugarmann, executive director of the Violence Policy Center (VPC).
Un agente investigador del ATF, quien tiene más de 20 años investigando el fenómeno, explicó que la forma en que operan los grupos criminales es que, mandan a gente nacida en Estados Unidos a estos eventos y a tiendas de venta de armas, que pueden ser amigos o gente que ellos conocen, incluso familiares de ellos, como primos, sobrinos, vecinos, y cuyo único requisito es que no tengan antecedentes penales.
“Les dicen que necesitan comprar 10 AR-15, le dan el dinero, o se lo depositan a sus cuentas y digamos que la compra de esas armas tiene un costo aproximado de 5 mil dólares, pero a la persona le pagan 10 mil dólares; entonces la persona acepta de inmediato, porque es una cantidad muy buena”, explicó el agente del ATF.
Agrega: Y lo único que tiene que hacer es entrar a las tiendas de armas o ir a los eventos de exposición de armas de fuego, decir que no tiene antecedentes criminales, y la tienda verifica que así sea, y listo, la persona sale con el arma que quiere, entonces la entrega al cártel, que a su vez se encarga de moverla al otro lado de la frontera, y finalmente la envía junto con otras armas a manos de grupos como el Cártel de Sinaloa.
Esta información confirmaría porqué, a pesar de los golpes que han recibido las facciones de los Mayos y Chapos en cuanto a decomiso de armas y arresto de varias células de pistoleros desde que inició el conflicto entre ambos grupos criminales el 9 de septiembre de 2024, ambos siguen operando y reorganizándose para seguir peleando, y la respuesta parece estar en el abastecimiento ilimitado de todo tipo de armas de fuego.
Adam Luce, quien es dueño de una tienda de armas en el sur de California, explicó durante una llamada telefónica, que quizá lo más crítico es la venta de municiones que, contrario a las armas de fuego, no tienen ningún tipo de restricción.
“Ahora hay las llamadas armas fantasmas (ghost guns), que son armas que una persona puede maquilar en cualquier lugar y que son imposibles de rastrear, pero necesitan para operar municiones, pues esas municiones las pueden adquirir cuando quieran, y el problema que muchas de esas municiones terminan en manos de los cárteles mexicanos”, dijo Luce, quien tiene su negocio de armas en el condado de Orange, al sur de California.
Un ex agente del ATF, que habló con este reportero a cambio de que no se revelara su identidad, confirmó que la compra de municiones en Estados Unidos no está regulada, incluso una persona puede llevarse una camioneta doble rodado llena de municiones con balas para AK-47, AR-15, Barret .50, y nadie le puede decir nada.
“Puede manejar al otro lado de la frontera del lado mexicano, y entregarlas, y nadie le va a decir nada del lado americano simplemente porque no está regulado; la única diferencia es que del lado mexicano está prohibido, pero allá los traficantes de armas tienen acuerdos con la gente de aduanas para que pasen esos vehículos con las municiones”, explicó.
Según la explicación del ex agente del ATF, quien hizo investigaciones de este tipo durante 25 años, las autoridades de Estados Unidos sólo se enfocan en detener todo tipo de drogas y el flujo de inmigrantes indocumentados que se dirigen al norte de la frontera con México, y ahí es donde hay todo tipo de esfuerzos, pero a ningún político ni a ningún funcionario le importa lo que va al sur y entra a México, lo cual facilita el tráfico de armas y municiones.
“Lo que nosotros notamos es que los cárteles tienen punteros que están vigilando cuando un cargamento de armas va al sur, e informan a los choferes que mueven las armas, y si en la aduana no está la persona que ellos tienen de lado mexicano, esperan a que haya un cambio de turno, y así es como pasan las armas y municiones sin ningún tipo de problema”, explicó.
Una investigación realizada por este semanario y por el medio estadounidense National Geographic, reveló que una vez que las armas cruzan a México, éstas son llevadas a una casa de seguridad donde las resguardan unos días, entonces las vuelan en avionetas Cessnas que van de regreso a Sinaloa luego de haber entregado un cargamento de droga cerca de la frontera norte con Estados Unidos, o bien, las mueven en tráileres que transitan al sur del país, en el entendido que en esa dirección no hay retenes que los cuestionen que tipo de mercancía llevan.
Armas fantasmas, una nueva era
Las armas fantasmas en México hasta hoy han pasado desapercibidas, aun cuando en Estados Unidos han aumentado el número de decomisos en un mil por ciento, según datos del ATF.
Aunque no existen datos oficiales que identifiquen la presencia de armas fantasmas en Sinaloa, un fabricante de este tipo de armas dijo a este semanario que él había estado en Jalisco en 2024, enseñando a un grupo de proveedores cómo fabricar armas fantasmas.
“Ellos ya tienen sus impresoras 3D, y están fabricando sus propias armas fantasmas, pero lo que no pueden fabricar son las balas, y esas las tienen que traer de Estados Unidos, pero hasta donde yo sé, no es complicado mover municiones a México”, comentó el fabricante de armas fantasmas, entrevistado en octubre de 2024 en Phoenix, Arizona.
En Sinaloa manifestó que no tiene conocimiento sobre la fabricación de armas fantasma, por el Cártel de Sinaloa, que prefiere las armas tradicionales como el AK-47 o el AR-15, con las que se encuentra más familiarizado, en lugar de estar experimentando con armas fantasmas.
La diferencia entre un arma fantasma y un arma tradicional, es que las primeras no son rastreables, no tienen número de serie, y no están reguladas por ninguna autoridad, además que quienes las fabrican pueden integrar cualidades de armas diferentes, por ejemplo, tener el nivel de destrucción de un AK-47, con la precisión en corto de un AR-15.
Según SEDENA, en ninguno de los 4 mil 992 decomisos de armas realizados en 2019, encontraron una sola arma fantasma en México; como tampoco ocurrió en los 4 mil 125 aseguramientos hechos en 2020, o en los años posteriores, y podría ser una forma de evitar el tráfico de armas de Estados Unidos a México, si los cárteles imprimen sus propias armas.
“Nosotros aquí en Culiacán no sabemos nada de eso”, expresó una persona asociada con una de las facciones del Cártel de Sinaloa, cuando se le preguntó sobre armas fantasmas.
Por lo pronto, según señaló el ex agente del ATF, el tráfico de armas a México seguirá su curso, porque al gobierno de Estados Unidos no le interesa detener el flujo de armas al país.
“Y si agregas la capacidad que tienen los cárteles para comprar y mover las armas a México, tienes una guerra que está dejando una estela de muerte en ese país, que adquiere las armas con dinero que sale de Estados Unidos, producto del tráfico de drogas de México a Estados Unidos; todos perdemos”, aseveró el ex agente estadounidense.