El zar fronterizo, Tom Homan, anunció ayer que se puso en contacto con cientos de alguaciles de condados de Estados Unidos para usar las instalaciones de sus cárceles para albergar a miles de inmigrantes indocumentados a fin de cumplir con sus metas de detenciones y deportaciones.
“Me reuní con cientos de alguaciles (sheriffs) y estamos explorando los contratos para (alquilar) sus camas que vienen a un precio reducido. Las camas más costosas que tenemos son las del gobierno (federal) de Estados Unidos”, dijo en la Casa Blanca.
Homan señaló que la administración Trump está considerando la oferta del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, de poner a disposición de las autoridades federales los espacios de detención de su estado, así como un terreno de 14 mil pies cuadrados para recluir a los indocumentados.
“Estamos viendo a los alguaciles de todo el país y a la oferta de Abbott. Todas las cartas están sobre la mesa y tendremos tantas camas como podamos tener… y con más presupuesto podemos incrementar las camas más rápido”, indicó.
Homan reconoció que el gobierno federal por el momento sólo cuenta con cerca de 30 mil espacios, insuficientes para ejecutar el más ambicioso proyecto de deportaciones masivas en la historia del país.
De acuerdo con declaraciones de Trump, el gobierno requiere de al menos 100 mil espacios de detención migratoria, pero para ello será necesario un presupuesto extraordinario del Congreso a través del proceso de reconciliación presupuestal.
Homan se comprometió a proteger la frontera sur, pero reconoció que eso no será posible sin la cooperación de su vecino.
“El presidente Trump ha dejado en claro que México tiene que ayudar… La alianza con México es muy importante. Tienen gente en su frontera norte de la misma forma que la gente de Pete Hegseth (secretario de Defensa) en nuestra frontera sur”, apuntó.
Para Homan, la presencia de las tropas ayudará a reducir la “amenaza” que representa los cárteles, especialmente en la frontera.