Por: Argenis Esquipulas
Más de 400 campesinos chiapanecos que huyeron a Guatemala debido a la violencia desatada por la disputa territorial entre cárteles del narcotráfico han comenzado a regresar a sus comunidades en Amatenango de la Frontera, Chiapas. Durante meses, estas familias buscaron refugio en el país vecino tras el abandono forzado de sus hogares, parcelas y ganado, ante el temor de ser víctimas de la delincuencia organizada. Ahora, con la implementación de operativos de seguridad en la región, los desplazados han decidido volver, aunque las condiciones en las que encuentran sus viviendas son deplorables.
Desde mediados del año pasado, los enfrentamientos entre grupos criminales en la región Sierra-Frontera de Chiapas llevaron a cientos de familias a tomar la difícil decisión de abandonar sus hogares. La ausencia de acciones efectivas por parte de las autoridades y el creciente control de los cárteles sobre la zona generaron una crisis humanitaria que obligó a los campesinos a huir a Guatemala en busca de seguridad.
Durante este periodo, comunidades enteras quedaron vacías. Se estima que en julio de 2024, al menos 240 pobladores se refugiaron en Ampliación Nuevo Reforma; 45 en Monte Rico; 40 en Unión Frontera; 12 en Oaxaqueño; 35 en Jocoquitlán; y 32 en Villa Nueva. Otros grupos se ubicaron en Plan de las Vigas y en viviendas cercanas a la cabecera municipal de Cuilco, todas dentro del territorio guatemalteco.
El Instituto Guatemalteco de Migración otorgó permisos de estancia temporal a los desplazados por un período inicial de 60 días, los cuales fueron renovados en múltiples ocasiones. No obstante, la incertidumbre sobre su futuro y la necesidad de retomar sus actividades agrícolas y ganaderas los llevaron a realizar incursiones diurnas a sus tierras en Chiapas para atender sus cultivos y animales, regresando a Guatemala por las noches para evitar ser víctimas de la violencia.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas y la Secretaría de Seguridad del Pueblo han intensificado la presencia de fuerzas de seguridad en municipios como Amatenango de la Frontera, Bejucal de Ocampo y Bellavista, lo que ha incentivado a las familias a retornar.
El fiscal Luis Llave Abarca confirmó que los desplazados han comenzado a volver a sus hogares con la confianza de que las nuevas estrategias de seguridad permitirán una vida sin amenazas. Sin embargo, al llegar, los campesinos se han encontrado con un panorama desolador: viviendas saqueadas y en pésimas condiciones, techos perforados por impactos de bala, cultivos devastados y la pérdida de más de 1,000 cabezas de ganado.
El regreso de los campesinos ocurre un mes después de que los gobiernos federal y estatal pusieran en marcha el operativo de seguridad “Cero corrupción, cero impunidad”, cuyo objetivo es recuperar el control en la franja fronteriza con Guatemala y garantizar condiciones de gobernabilidad.
Ante esta situación, el gobierno estatal, encabezado por Eduardo Ramírez Aguilar, ha anunciado un plan de ayuda humanitaria que incluye la entrega de despensas, materiales para la reconstrucción de viviendas y un programa de repoblación ganadera con apoyo de la Secretaría de Ganadería.
Pese a los esfuerzos gubernamentales, los retornados enfrentan la incertidumbre sobre su seguridad a largo plazo. Aunque las autoridades han señalado que investigarán a funcionarios locales que habrían estado coludidos con los grupos criminales responsables del desplazamiento masivo, los habitantes de la zona siguen temiendo que la violencia vuelva a recrudecerse.
La Sierra-Frontera de Chiapas ha sido un punto estratégico para el tráfico de drogas, personas y armas, lo que ha generado constantes disputas entre cárteles. Organizaciones civiles han advertido que sin una presencia sostenida de seguridad y sin una estrategia de desarrollo integral, los desplazamientos forzados podrían repetirse.
Mientras tanto, las familias retornados intentan reconstruir sus vidas en medio de la devastación, con la esperanza de que esta vez su permanencia en sus tierras no sea nuevamente interrumpida por la violencia.