La guerra al interior del Cártel de Sinaloa entre Los Chapitos y Los Mayos ha dejado cuatro meses de violencia ininterrumpida y ha sumado más de mil 300 víctimas, entre personas asesinadas y desaparecidas.
La violencia se ha concentrado en los municipios de centro y sur del estado, y en ellos, al menos desde el 9 de septiembre de 2024 han sido ejecutadas o encontradas sin vida 779 personas, incluyendo a 26 mujeres entras las víctimas.
Durante el último mes, un agente de investigación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana fue perseguido y asesinado mientras realizaba trabajo de campo en el sector Villas del Río, en Culiacán.
Además, el supervisor operativo de la Policía Municipal de Culiacán fue ejecutado de la misma manera, luego de haber concluido su turno y dirigirse hacia su domicilio en el sector Barrancos.
En total, este cuarto mes de enfrentamientos dejó un saldo de 170 personas sin vida, de las cuales, cuatro murieron en enfrentamientos con las autoridades federales, y cuatro cuerpos fueron robados por grupos armados antes del arribo de las autoridades.
El último mes registró una disminución de homicidios, ya que se tiene registro de 205 el primer mes, 204 el segundo y 200 el tercero, incluyendo las 46 personas abatidas por las fuerzas armadas hasta ese momento.
Se destaca también, la detención de Hernán Domingo Ojeda López, El Mero Mero, familiar de Ovidio Guzmán López, y la captura de Crescencio Moreno Aguirre, quien era buscado por el FBI.
Desde que recrudeció la violencia, además, se tienen registros de unas 538 personas desaparecidas en la zona centro del estado, 25 de ellas en lo que va del año.
A pesar de los datos, el vocero de Gobierno del estado, Feliciano Castro, consideró que la situación de violencia no los ha superado y dijo que todos los días revisan las estrategias, lo que ha llevado a una reducción de homicidios.
“El pico hacia arriba se ha logrado detener y va hacia la baja”, señaló.
Como parte de esta estrategia, reveló un aseguramiento de más de 900 máquinas tragamonedas en distintos municipios, luego de que se estuvieran atacando establecimientos que operan como “minicasinos” clandestinos.