Por: Adal Navarro | OEM
Tras ser dado por muerto, una persona de Tetabiate, Municipio de San Ignacio Río Muerto, Sonora se reencontró con su familia después de 16 años, esto tras sufrir un accidente en Cardel, Veracruz donde residía en situación de calle.
Fue la noche del 11 de agosto de 2024 cuando ocurrió el accidente en el que se vio involucrada una motocicleta que embistió a Manuel Alberto Valenzuela.
Como consecuencia del accidente, el “Jack Sparrow de Cardel”, como era conocido en ese momento por los locales, sufrió fractura de tibia y peroné de la pierna derecha y fue llevado al servicio de urgencias del Hospital General de aquella localidad.
Luego de ingresar, el área de trabajo social se encargó de buscar a algún familiar que pudiera hacerse responsable del paciente y autorizar su traslado a Boca del Río para ser intervenido quirúrgicamente, sin embargo, en ese momento no se tuvo un resultado positivo.
“Se levantó la ficha de búsqueda en Xalapa, en lo que fue el departamento de búsqueda a personas, se hizo la ficha, nosotros la boletinamos para ver si se podía encontrar a la familia, pero pues finalmente no”, precisó Fabiola Santamaría Hernández, trabajadora social del turno vespertino.
A pesar de esto, Noemí Valdivia Estrella, encargada de Trabajo Social relató que la situación no fue impedimento para que todo el personal médico del Hospital se involucrara en la atención y cuidados de quien en ese momento permanecía internado en calidad de desconocido.
Fue así como todo el personal aportó su granito de arena para estabilizarlo y buscar que su fractura sanara, pero, lo más importante, arroparlo, con el objetivo de darle una mejor calidad de vida al momento de regresar a su hogar.
No pasó mucho tiempo para que el paciente de la cama 15, de quien aún se desconocía la identidad, reaccionara de manera positiva a los cuidados y atenciones que le brindaban las pasantes de enfermería, camilleros y hasta personal de limpieza, durante su estancia.
Luego de un tiempo, por fin pudieron conocer su nombre, sin embargo, el hombre dijo no recordar más sobre su persona o tener algún vínculo familiar en Cardel, de donde la mayoría pensaba que era originario.
Sin un familiar que diera el aval para que fuera intervenido quirúrgicamente, el director del Hospital General de Cardel realizó las gestiones necesarias ante el Sistema DIF de la localidad para poder trasladarlo a un hospital de Boca del Río, donde sería operado.
Sin embargo, Manuel Alberto Valenzuela externó que no quería ser intervenido, por lo que se resolvió colocarle una bota de yeso y, a partir de ese momento, la recuperación satisfactoria dependería en gran medida de las atenciones y cuidados de todos y cada uno de los que se involucraron en su proceso de sanación.
Al darse a conocer el caso en redes sociales, la población de Cardel no dudó en brindarle su ayuda desinteresada, llevándole artículos como pañales e inclusive despensa para que le dieran de comer en el hospital.
Con el tiempo Manuel Alberto presentó mejoría en la pierna derecha y empezó a caminar con todo y la bota de yeso que se le colocó para evitar que su fractura de tibia y peroné terminara en amputación de la extremidad, mientras que, a la par de su recuperación, el personal médico nunca dejó de preocuparse por dar con el paradero de sus familiares.
Después de casi cinco meses de recuperación, con la ayuda de un bastón Manuel Alberto decidió abandonar el hospital y regresar a las calles, cosa que nadie podía impedirle, pues en todo ese tiempo ninguna persona se había presentado como familiar a reclamarlo.
Pero la tarde que decidió salir era lluviosa, así que aceptó quedarse un día más, mientras pasaba el mal clima, y fue justo ese día cuando ocurrió el milagro, pues en un momento de lucidez recordó su tierra natal, Tetabiate, en Sonora, por lo que se lo hizo saber al camillero Jorge Ardiel, quien a su vez lo comunicó a la trabajadora social en turno.
“Justo ese día me dice el compañero, el camillero: Oye Fabi, hizo un comentario que el señor es de Tetabiate, Sonora y lo busque en Google ¡y si existe!”, relató Fabiola Santamaría Hernández.
Con ese dato en mano, la trabajadora social se puso manos a la obra, y en poco tiempo logró ubicar a los familiares, luego de realizar una llamada telefónica a la policía de la comunidad de Tetabiate, a quien le relató los hechos y le brindó la descripción del sujeto, junto con su nombre. En menos de tres horas, la trabajadora social del Hospital General de Cardel coronó el esfuerzo colectivo del personal de los servicios de salud del Estado de Veracruz.
La hermana de Manuel Alberto, Flor Estela Valenzuela Verdugo, avecindada en Tetabiate, municipio de San Ignacio Río Muerto, Sonora acreditó la plena identificación del paciente y ordenó que se le retuviera en el hospital porque se había extraviado hace 16 años, y cuatro años después lo dieron por muerto.
Manuel Alberto salió un día de su casa en Sonora para recorrer más de dos mil kilómetros hasta Cardel, Veracruz, lugar que convirtió en su hogar, a pesar de esto, hoy, ya se encuentra en casa al lado de los suyos para seguir recuperándose del accidente.