Arizona es uno de los siete estados que hoy concentrará la mirada de todo Estados Unidos en las elecciones para definir quién asumirá en la Casa Blanca el 20 de enero de 2025: sus 11 votos en el Colegio Electoral son decisivos en la disputa presidencial entre la demócrata Kamala Harris, actual vicepresidenta, y el republicano Donald Trump, expresidente entre 2017 y 2021.
El rol decisivo de Arizona se debe a su condición de estado “pendular” (swing-state), donde actualmente es alta la paridad entre ambos candidatos según las encuestas y porque en el pasado le ha dado el triunfo en contiendas presidenciales tanto a demócratas (como el caso de Joe Biden en 2020) como a republicanos (entre 2000 y 2016, año en que Trump ganó la elección). En la misma situación de indefinición electoral, con pronóstico abierto para un partido u otro, se encuentran Georgia (16 votos electorales), Michigan (15), Nevada (6), Carolina del Norte (16), Pensilvania (19) y Wisconsin (10).
Esta condición de estado “morado” (entre azul demócrata y rojo republicano) también se observa en el equilibrio político del resto de las elecciones que hoy se ponen en juego en Arizona, gobernada desde 2022 por los demócratas: 1 banca en el Senado estadounidense (para reemplazar a Kyrsten Sinema, independiente pero que asumió como demócrata), los 9 escaños en la Cámara de Representantes del Congreso (con mayoría republicana 6 a 3) y la renovación completa de la Legislatura de Arizona (con mayoría republicana en ambas Cámaras).
La oferta electoral de Arizona de hoy se completa con la elección de otros cargos estatales, tanto ejecutivos como judiciales, y a nivel local en condados y ciudades: 3 integrantes de la Comisión de Corporaciones de Arizona (organismo que regula las empresas que prestan servicios públicos de electricidad, agua y gas, entre otros), 42 integrantes de Juntas Escolares de Arizona, alcaldes y concejales municipales en Gilbert, Glendale, Mesa, Phoenix y Scottsdale, sheriffs y fiscales en los condados Maricopa y Pima, 2 jueces de la Corte Suprema de Arizona (de un total de 7) y 4 jueces del Tribunal de Apelaciones de Arizona.
Además, hoy en Arizona se votarán a nivel estatal 13 Proposiciones o Propuestas de los votantes, que en caso de ser aprobadas serán parte de la legislación estatal. Entre otras, se destacan las iniciativas sobre el aborto (Proposición 139) y la detención de inmigrantes en la frontera (Proposición 314), junto a otras que establecen disposiciones sobre elecciones primarias, poderes de emergencia del gobernador/a, mandatos de jueces estatales, salarios de trabajadores que reciben propinas, beneficios para familiares de socorristas fallecidos en cumplimiento del deber, devolución de impuestos, cadena perpetua para culpables de tráfico sexual de menores y aumento en los costos regulatorios.
Las urnas en Arizona abrirán entre las 8 de la mañana y las 9 de la noche, y de acuerdo a los mensajes de ambas campañas a favor del voto y la movilización se espera una mayor concurrencia que en las primarias de julio, cuando la participación electoral alcanzó solo el 31%, al votar poco más de 1.2 millones de personas sobre un total de 4.1 millones de electores registrados entonces.
En Arizona, donde el 31% de la población es hispana, el voto de la comunidad latina podría ser relevante en un contexto de paridad, como en todo el país, debido a su crecimiento demográfico en los últimos años.
“De acuerdo con la organización NALEO, uno de cada cuatro votantes es latino. (…) Según Pew Research Center, 36.2 millones de latinos son elegibles para votar en estos comicios y la cifra sigue en aumento. Aun así, solo se proyecta que 17.5 millones ejerzan su voto (…) Los hispanos podrían representar casi el 15% del total de los votos en las presidenciales y en Arizona, en específico, podrían llegar a superar el 25%. En este estado fronterizo, se calcula que serán unos 855,000 los que cumplan con su obligación cívica de elegir a sus gobernantes”, señala la directora Maritza L.