En los 24 años de existencia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la administración pública federal acumula 191 mil 569.5 millones de pesos por solventar, es decir, recursos que han sido gastados al margen de las normas que rigen la contabilidad gubernamental.
De ese total, 106 mil 829.6 millones (55 por ciento) corresponden a los primeros cinco años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ese monto es equivalente a todo el presupuesto que ejercerá en 2024 la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que asciende a 105 mil 838.7 millones de pesos.
Los faltantes reportados durante el sexenio de López Obrador, quien llegó a la Presidencia de la República con la oferta de erradicar la corrupción, superan las irregularidades que tuvo la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, las cuales ascienden a 77 mil 382.9 millones de pesos.
De acuerdo con el Sistema Público de Consultas de Auditorías (SPCA), las áreas donde están las principales fugas de presupuesto son el gasto federalizado —recursos que el gobierno central canaliza a estados y municipios—, con 80 mil 416.1 millones sin comprobar.
En segundo lugar se encuentra el rubro de desarrollo económico donde se gastaron al margen de la normativa 18 mil 547 millones de pesos. En desarrollo social se reportan faltantes por siete mil 237.4 millones de pesos.
Uno de los casos más emblemáticos de desvío de recursos durante el gobierno de López Obrador fue la serie de fraudes cometidos al interior de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) por más de 15 mil millones de pesos, cifra que duplica el desfalco por siete mil 600 millones de pesos de la Estafa Maestra durante el sexenio de Peña Nieto.
A pesar de que el sexenio del tabasqueño es el que arroja más anomalías en la historia de la Auditoría Superior, es justo en este periodo cuando el órgano encargado de vigilar el correcto uso de los recursos públicos ha mostrado mayores debilidades.