México ha contratado un seguro contra desastres naturales, por un valor de cinco mil millones de pesos, que cubre daños provocados por sismos, huracanes, erupciones volcánicas y otros fenómenos, según informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este seguro forma parte de las estrategias de protección tras la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en 2020.
El contrato de seguro fue realizado con Agroasemex, una paraestatal especializada en reaseguros, por un costo de mil 248 millones de pesos, de acuerdo con la SHCP. La cobertura, vigente hasta el 5 de julio de 2025, incluye eventos como tsunamis, avalanchas, inundaciones, tormentas tropicales, entre otros desastres naturales.
El seguro cuenta con deducibles diferenciados según el sector afectado. El más alto corresponde al sector de la vivienda, con 400 millones de pesos, seguido del sector educativo con un deducible de 350 millones de pesos. Los sectores de salud y urbano tienen los montos más bajos, con 50 y 20 millones de pesos, respectivamente.
En caso de un siniestro, Agroasemex deberá contratar a un tercero para realizar inspecciones, asesoría y ajuste de daños, los cuales serán revisados por la SHCP. Este mecanismo de protección es crucial tras la extinción del Fonden, que fue desmantelado durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2020.
Además del seguro contratado, el gobierno mexicano cuenta con una protección por 595 millones de dólares, a través de cuatro bonos para catástrofes del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, destinados a cubrir pérdidas por terremotos y huracanes. Estos bonos estarán vigentes hasta 2028.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, para la temporada de huracanes de 2024 se prevé la formación de hasta 41 fenómenos meteorológicos en los océanos Pacífico y Atlántico. Para hacer frente a las emergencias ocasionadas por estos desastres, la Secretaría de la Defensa Nacional ha destinado más de mil 401 millones de pesos para la adquisición de enseres domésticos, como estufas y refrigeradores, para ayudar a la población afectada.
Fuente: El Sol de México