El huracán Milton se encamina a Florida como un ciclón “extremadamente peligroso” de categoría 4, tras haber alcanzado la categoría 5 en dos ocasiones durante las últimas 72 horas.

Desde las costas de la península de Yucatán en México, el ciclón cruzará el Golfo y se prevé que golpeará de lleno en la zona de la bahía de Tampa en la noche del miércoles o la madrugada del jueves.

A pesar de la recurrencia de los huracanes en Florida, justo esta zona no ha recibido un golpe directo de un sistema como este en más de un siglo. Todavía recuperándose de los estragos que dejaron los vientos y marejadas de Helene, el gobernador Ron DeSantis ha declarado el estado de emergencia en 51 de los 67 condados del Estado. Se han dictado órdenes de evacuación en nueve de ellos y se prevé que abandonen sus casas millones de personas.

La alcaldesa de Tampa, Jane Castor, fue contundente al respecto: “Puedo decir, sin dramatizar en absoluto, que si decides quedarte en una de esas zonas de evacuación, vas a morir”, declaró en una entrevista a la CNN. Ante estas advertencias, a las que se ha sumado el presidente Biden, los floridanos se están preparando para el embate de un segundo huracán monumental en menos de dos semanas.

¿Qué supone llegar al 4 o 5 en la escala de huracanes?

La intensidad de un huracán se clasifica dentro de la Escala de Vientos de Saffir-Simpson, que los categoriza de 1 a 5 con base en la velocidad de sus vientos sostenidos. En estos momentos, Milton acaba de bajar de 5 a 4 en la escala. Esto es lo que puede pasar en cada una de las categorías, según el Servicio Meteorológico Nacional de EE UU:

– Categoría 1: Vientos de entre 119 y 152 kilómetros por hora (74 a 95 millas) que “son muy peligrosos y causan algún daño”. Normalmente, no suponen daño en las estructuras bien construidas, pero las casas y edificios de madera pueden experimentar daños en sus techos. Las ramas de los árboles se caen. Puede haber cortes de energía por días.

– Categoría 2: Vientos de entre 154 y 177 kilómetros por hora (96 a 110 millas) que son “extremadamente peligrosos y causan daño extenso”. Las casas pueden sufrir daños importantes en los techos y en los revestimientos de las paredes. Muchos árboles con raíces poco profundas pueden caer y bloquear carreteras. Puede causar pérdidas de energía casi totales con cortes de varios días e incluso semanas.

– Categoría 3: Vientos de entre 178 y 208 kilómetros por hora (111 a 129 millas por hora) que causan “daños devastadores”. Pueden causar daños estructurales a casas y edificios pequeños, como la pérdida de techos y frontones. Las carreteras se bloquean por la caída de árboles. Hay cortes de energía y otros servicios por días o semanas después de la tormenta.

– Categoría 4: Vientos de entre 209 y 251 kilómetros por hora (130 a 156 millas) que causan “daños catastróficos”. Las casas bien construidas pueden sufrir daños graves, con pérdida de la mayor parte de la estructura del techo y/o algunas paredes exteriores. La mayoría de los árboles se rompen o se arrancan y los postes de electricidad caen. Los cortes de energía duran semanas e incluso meses. La mayor parte del área queda inhabitable durante semanas o meses.

– Categoría 5: Vientos sostenidos superiores a 252 kilómetros por hora (más de 157 millas) que causan “daños catastróficos” con derrumbes totales de techos y paredes de residencias y edificios industriales. La destrucción total de residencias de madera ocurre con frecuencia. Caen árboles y postes de luz y los cortes de electricidad duran semanas y hasta meses. La mayor parte de la zona queda inhabitable durante semanas o meses.

 

Fuente: El País