La relación entre la industria minera y el agua es sumamente compleja debido a que su interacción deriva en impactos potenciales en la hidrología de las regiones en donde se instalan las operaciones mineras, quienes, a pesar de hacer importantes esfuerzos, en algunas ocasiones no son suficientes para evitar la sobreexplotación de los recursos hídricos y privar del agua a las comunidades aledañas a las minas.
“Las operaciones en Sonora de la mina Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México, han contribuido significativamente a la escasez de agua y a problemas graves de contaminación de la misma en los acuíferos del Río Bacoachi y Río Bacanuchi, afectando seriamente al medio ambiente y violando los derechos humanos de las comunidades”, indicó Martha Patricia Velarde, integrante del Comité de Cuenca Río Sonora.
De acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Grupo México acapara el 57 por ciento del agua de la parte alta de la cuenca del Río Sonora, lo que ha afectado severamente las operaciones agrícolas de la región, así como a las comunidades, quienes, según el Comité de Sonora, llegan a pasar hasta una semana completa sin acceso al agua.
A pesar de que el volumen de agua concesionado a la minería representa 0.27 por ciento del volumen total nacional, según la Cámara Minera de México (Camimex), la mina Buenavista del Cobre está ubicada en una zona de estrés hídrico.
“El problema es que Buenavista del Cobre es la mina más grande del país, la que cada año extrae más cobre y cuya producción va en aumento, pero lo hacen a costa de nuestros recursos y del daño al medio ambiente”, alertó la activista.
Al cierre de 2023, Grupo México fue el mayor productor nacional de cobre con una participación del 76.8 por ciento, de los que 66 por ciento provienen de Buenavista del Cobre, que el año pasado extrajo 398 mil 953 toneladas de cobre.
Fuente: El Financiero