La guerra entre Los Chapitos y Los Mayos paralizó el martes a la capital de Sinaloa. El temor de los ciudadanos de quedar en medio del fuego cruzado, provocó el cierre de negocios en Culiacán.
En la zona exclusiva de Tres Ríos, la mayoría de los restaurantes bajaron sus cortinas, los que se aventuraron a abrir lucieron casi desérticos.
Este sector de la ciudad, ubicado en la zona norte, es famoso por ser punto de dominio de Los Chapitos, no muy lejos de ahí vivía Ovidio Guzmán cuando fue detenido el 17 de octubre del 2019 en el llamado ‘Culiacanazo’, que terminó con su liberación.
Restaurantes como Pizza Hut, McDonald ‘s y la Plaza Forum se paralizaron por completo. En este lugar tiendas departamentales como Liverpool tampoco abrieron.
En el centro de Culiacán los negocios también cerraron, incluyendo algunos bancos.
La Plaza Álvaro Obregón, ubicada a un costado de la Catedral, todos los días es punto de reunión de personas que juegan dominó, leen libros o conviven.
Sin embargo, el martes, esta zona estuvo sola. La gente presume que la psicosis se apoderó de la población.
“Sí están pasando cosas, pero no propiamente aquí en Culiacán sino en las inmediaciones, pero la gente ya tiene miedo luego de lo que pasó hace años con el ‘Culiacanazo’”, agregó una mujer.
El transporte público también suspendió actividades. Luego de que hombres armados interceptaron unidades de pasajeros el lunes, cuando la violencia se desató en Culiacán, los propietarios de las unidades decidieron no brindar servicio, muchos pobladores tuvieron que regresar a sus hogares caminando porque las tarifas de los taxis de aplicación estaban por las nubes.
En Culiacán, los habitantes esperan lo peor, que el infierno se desate de un momento a otro cuando los dos grupos criminales se topen y se enfrenten.
En las zonas rurales de Culiacán, el martes se reportó la presencia de sujetos armados. Representantes de los medios de comunicación fueron interceptados por integrantes del grupo criminal de El Mayo Zambada, en la carretera que lleva a El Salado.
Reporteros que vivieron en carne propia esta experiencia narraron que al menos eran un centenar de hombres armados que los apuntaron con rifles y los obligaron a bajarse de sus vehículos.
Los amenazaron que si traían armas los iban a matar, afortunadamente esta amarga experiencia duró pocos minutos, los criminales los dejaron ir.
El martes, en Culiacán, la violencia continuó. Si bien hoy no se reportaron enfrentamientos, las autoridades confirmaron dos ataques a balazos en la ciudad con saldo de dos personas muertas y otra más lesionada.
Mientras que durante la mañana, hombres armados abrieron fuego al aire en la zona norte de la ciudad, lo que provocó la movilización de autoridades federales y estatales, sin que se tenga reporte de personas detenidas, lesionadas o muertas.
Sin embargo, el miedo se percibe en el ambiente y en las redes sociales donde se reportan noticias, muchas de ellas falsas, sobre enfrentamientos o presencia de personas armadas.
Fuente: Milenio