Por: Argenis Esquipulas

Ampliación Nueva Reforma, Guatemala- La violencia y el temor a la muerte han obligado a más de 600 mexicanos a cruzar la frontera con Guatemala, buscando un refugio seguro lejos del caos que azota sus comunidades en Chiapas. En un esfuerzo conjunto para ayudar a estos desplazados, el Instituto Guatemalteco de Migración ha iniciado el proceso de documentación y ha otorgado los primeros pases de permanencia por razones humanitarias.

En la comunidad de Ampliación Nueva Reforma, funcionarios del Instituto Guatemalteco de Migración habilitaron uno de los salones de la escuela primaria local para que los mexicanos pudieran llevar a cabo el trámite para obtener el Pase de permanencia. Este documento les permitirá quedarse en Guatemala por un lapso inicial de 30 días, con la opción de renovarlo constantemente. Este martes, los primeros documentos fueron entregados a los mexicanos provenientes de Amatenango de la Frontera, quienes habían llegado tras una ardua travesía de cinco horas a pie a través de las montañas.

Uno de los primeros en recibir el pase fue un hombre proveniente de la comunidad de México Nuevo, quien llegó acompañado de sus abuelos, de 80 y 90 años de edad. Con lágrimas en los ojos, expresó su esperanza de que la paz regrese pronto a Amatenango de la Frontera para poder volver a su hogar. “Esperamos en Dios no estar aquí en Guatemala mucho tiempo”, comentó, reflejando la mezcla de alivio y tristeza que embarga a muchos de los desplazados.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también ha desplegado un programa de información para explicarles a los mexicanos sus opciones legales. Mediante folletos informativos y asesorías personales, los funcionarios del ACNUR les han comunicado que pueden solicitar la condición de refugiados en Guatemala si sienten que sus vidas corren peligro y no pueden regresar a México.

Hasta ahora, se tiene previsto entregar el Pase de permanencia por razones humanitarias a unos 330 de los más de 600 mexicanos que se encuentran en Guatemala. Sin embargo, el Instituto Guatemalteco de Migración ha dejado claro que aquellos que deseen regresar a México recibirán el apoyo consular necesario para un retorno seguro, siempre garantizando el respeto a la voluntad de las personas en contexto de movilidad.

En paralelo, la situación en la frontera ha motivado una respuesta militar significativa por parte de Guatemala. El general Miguel Ángel Orozco y el coronel Fredy Ramírez, de la fuerza élite kaibil, lideran una brigada de soldados que se han desplegado en las montañas para evitar el paso de criminales. Han recorrido varios kilómetros desde Monte Rico hasta Ampliación Nueva Reforma, constatando que los habitantes de Monte Rico han cerrado un paso informal con un muro de cemento y rocas para prevenir la entrada de vehículos de criminales mexicanos.

El general Orozco informó que la brigada se ha extendido desde Barillas en Huehuetenango hasta Tectitán en San Marcos, para reforzar la seguridad fronteriza. A pesar de estos esfuerzos, han registrado actividad de hombres armados en las recientes horas, lo que ha requerido refuerzos adicionales en algunos puntos críticos.

En medio de este panorama, la comunidad de Ampliación Nueva Reforma vivió un respiro de esperanza y solidaridad. La Cruz Roja de Guatemala distribuyó cuadernillos para colorear y peluches a los niños mexicanos, además de ropa y alimentos para todos. Guillermo Pérez Roblero, un guatemalteco de buen corazón, junto a su familia, ofreció tamales, sopa y frijoles a los recién llegados, quienes agradecieron el gesto con gratitud y emoción.

Este relato de dolor, esperanza y solidaridad resalta la complejidad de la situación que viven los mexicanos desplazados y la respuesta humanitaria que han encontrado en Guatemala. Mientras la violencia persiste en sus lugares de origen, estos individuos encuentran en la vecina nación un refugio temporal, con la esperanza de que pronto puedan regresar a sus hogares en paz y seguridad.