McAllen, Texas.- Los encuentros de niños migrantes que tratan de cruzar solos la frontera entre México y Estados Unidos van a la baja, aunque existe una cifra negra que se desconoce, informó Roderick Kise, oficial de relaciones públicas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) Sector Valle del Río Grande.
Miembros de la Patrulla Fronteriza coincidieron en que hay una cifra negra de niños migrantes que no llegan a Estados Unidos por diversos motivos, ya sea que los devuelven en el camino, en el mejor de los casos, o porque son secuestrados o mueren en el trayecto.
“Desgraciadamente, nunca vamos a saber cuántos niños no llegan a la frontera”, dijo Roderick Kise.
Datos de la CBP señalan que en el primer semestre del año la Patrulla Fronteriza detuvo a 90 mil 30 infantes que viajaban solos, cifra 8.7 por ciento menor a la del mismo periodo del 2023.
De continuar esta tendencia, la CBP consideró que serán dos años en los que la cifra oficial de niños que viajan solos para llegar a Estados Unidos que van a la baja, no obstante, las autoridades saben que es difícil determinar la cifra exacta.
“Los niños no acompañados son una categoría muy especial (…) Es muy triste encontrarlos abandonados en la frontera, además de que hay organizaciones que se aprovechan, separan familias y envían al niño para que pueda avanzar solo”, contó Gloria Chávez, jefa de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande.
En ese sector, que recorre 177 millas por tierra a lo largo de Texas desde el Golfo de México, en lo que va del año han detenido a 122 mil personas, de las cuales 21 mil eran menores de edad que viajan solos rumbo a Estados Unidos.
Según datos de la CBP, del total de infantes que han cruzado la frontera sin compañía en lo que va del año, 29.1 por ciento son de México.
La cifra de menores mexicanos, contraria a la general, ha crecido en los últimos años. Hasta el inicio de julio, estaba apenas en dos mil menos que los registrados en todo el año pasado.
Gloria Chávez contó que actualmente la CBP trata de procesar a los niños que viajan solos en un máximo de 16 horas para transferirlos al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que se encarga de darles servicios adecuados y tratar de contactarlos con familiares en la Unión Americana.
“Muchos de los niños que cruzan la frontera no traen información más que un número de teléfono o un nombre en la mochila, en la ropa o en su bolso, con eso empezamos la coordinación para comunicarnos con la persona en Estados Unidos que pueda conocerlos”, refirió la agente.
La funcionaria contó que el trato hacia los menores por parte de polleros o coyotessuele ser inhumano. Recordó que hace unos años, en el Sector El Paso de la CBP, encontró a dos niñas que fueron arrojadas desde la parte alta del muro fronterizo, que en esa zona alcanza hasta 11 metros.
Para Andrés García, vocero de la Patrulla Fronteriza en el Sector Valle de Río Grande, esos migrantes menores de 18 años se enfrentan a los mismos peligros que los mayores de edad, pero por su condición se les duplica el riesgo al intentar llegar a Estados Unidos. “Siendo niños no saben cuándo hidratarse, comer o descansar, ignoran cómo tomar la temperatura del sol para seguir. La inocencia no se pierde y ellos pueden seguir caminando sin saber qué está pasando”.
El agente contó que estos infantes se han encontrado vagando solos, a veces en grupos donde los acogen, pero que nadie los conoce e, incluso, en parejas o pequeños grupos cuando son hermanos o se encuentran a otros niños en el camino.
Fuente: El Sol de México