Por: Lidia Arista y David Santiago | Expansión Política
A partir del 1 de octubre próximo, Omar García Harfuch asumirá uno de los desafíos más importantes de su trayectoria: trabajar por la reducción de la violencia en México. El recién propuesto como secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPPC) por la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tiene un reto nada sencillo pues el sexenio que está por concluir a cargo de Andrés Manuel López Obrador se confirma como el más violento de la historia al superar los 180,000 homicidios dolosos y registra altas cifras en delitos como feminicidios, desapariciones y extorsiones.
Harfuch, quien compitió por la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, asumirá el cargo que deja Rosa Icela Rodríguez, también nombrada como secretaria de Gobernación para el sexenio 2024-2030.
El llamado “superpolicía”, como se le conoce, llega en un momento complicado para México en materia de seguridad debido a que la violencia se ha acentuado en entidades como Guanajuato, Guerrero, y Baja California y se extendido a territorios como Chiapas, Tabasco, Zacatecas.
A ello, se suma el aumento en desapariciones y la lucha territorial entre grupos del crimen organizado, principalmente el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, considerados los más poderosos del país.
Analistas consultados por Expansión Política explican que Harfuch asumirá el control de una dependencia debilitada. A seis años de ser “revivida”, ahora la SSP está a punto de quedarse sin su principal cuerpo de seguridad: la Guardia Nacional , la cual ha sido propuesta para ser trasladada, en definitiva, a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que le dejará poco margen de maniobra ante crisis de inseguridad.
“La gran incógnita va a ser cómo será el desempeño de alguien que tiene trayectoria en el ámbito policíaco desde el ámbito civil, con todo el contexto al cual se quiere sembrar la Guardia Nacional en la Secretaría de la Defensa Nacional”, cuestiona Jorge Lara, analista en temas de seguridad.
Aunque para algunos ya se esperaba el nombramiento de García Harfuch al frente de la Secretaría de Seguridad, su anuncio también lo interpretan como una muestra de autonomía de Sheinbaum con López Obrador.
Ernesto López Portillo, fundador y director Ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde) y coordinador del programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero, explica que puede haber tensiones por el nombramiento de García Harfuch debido a que al frente de la SSP, a él le corresponde la política de seguridad pública.
“Entraremos en un reacomodo entre autoridades civiles y autoridades militares en el propio gobierno federal; reacomodo que muy probablemente estará muy lejos de nuestra mirada pública, con respecto a la correlación de poderes; es decir, será difícil responder a la pregunta respecto a las tensiones que podría generar este nombramiento derivadas de las resistencia por parte de la Sedena, habida cuenta que las atribuciones formales que tiene la Secretaría –a cargo de García Harfuch– lo ponen al frente de la política de seguridad pública”, explica.
“La designación de Omar García Harfuch puede leerse como la más importante demostración de autonomía política de la próxima presidenta frente al actual presidente”, dijo.
Lisa Sánchez, directora de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), señala que aunque Omar García Harfuch tiene una destacada carrera policial y resultados tangibles en la Ciudad de México, hay aspectos negativos que podrían dificultar su relación con el partido en el poder, con víctimas y organizaciones de la sociedad civil.
“Es un personaje que fue vinculado con Genaro García Luna , en el sexenio de Felipe Calderón, se le vinculó al caso Ayotzinapa por presuntamente estar presente en reuniones donde se fraguó la verdad histórica en el sexenio de Peña Nieto y es nieto e hijo de exmandos militares relacionados con con la matanza de 1968 y el halconazo de 1971”, afirma.
Los retos de García Harfuch
Al ser nombrado Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Harfuch destacó que sus prioridades incluyen la coordinación interinstitucional dentro del gabinete de seguridad, enfatizar la transición de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y fortalecer el trabajo de inteligencia en las 32 entidades federativas.
“Trabajaremos en absoluta coordinación con los estados, con la Defensa y con la Marina. Fortaleceremos las capacidades de inteligencia e investigación del Estado mexicano, principalmente a través del Centro Nacional de Inteligencia, bajo la conducción de la Secretaría de Seguridad”, dijo este jueves minutos después de ser presentado como secretario.
Para la presidenta de la organización Causa en Común, María Elena Morera, las primeras palabras de Harfuch son un buen mensaje, sin embargo, el acento está en cómo se logrará.
“En su discurso García Harfuch dijo de manera acertada que se fortalecerá a las policías estatales y fiscalías; y que se va priorizar la inteligencia y la investigación. Suena bien, pero esperemos que lo primero se vea reflejado en el presupuesto con un plan de fortalecimiento y lo segundo saber cómo lo piensa lograr: ¿se va transferir la Agencia de Investigación Criminal a la SSPC?, ¿se va construir una nueva policía federal de inteligencia e investigación?”, cuestiona.
Víctor Hernández, especialista en seguridad nacional del Tecnológico de Monterrey, explica que García Harfuch asumirá el control de una dependencia que ha perdido fuerza en los últimos sexenios. Recuerda que durante la administración de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Seguridad Pública se transformó en la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), la cual fue absorbida por la Secretaría de Gobernación.
Agregó que en el gobierno de López Obrador, la Policía Federal fue desmantelada y la creación de la Guardia Nacional dejó a la Secretaría de Seguridad sin poder sobre esta corporación. Lo anterior limita la capacidad de Harfuch en respuesta ante crisis de seguridad, como el “culiacanazo” o ataques del crimen organizado.
“¿Qué es lo que le queda? Le queda el Servicio de Protección Federal, que son unos cuantos miles de elementos que hacen labores de resguardo de edificios y de escoltas. Le queda la Coordinación Nacional Antisecuestros, que son como 200 vacantes en el presupuesto de la Federación. En realidad, aunque él va a ser el rostro de la seguridad, él no tiene forma de incidir en la estrategia”, resaltó.
En la recta final de su gobierno, el presidente López Obrador envió una iniciativa para concretar el traslado de la Guardia Nacional a la Sedena, una propuesta que ha abrazado la virtual presidenta electa y la cual puede ser aprobada antes de finalizar este año.
Para Jorge Lara, analista en seguridad, uno de los temas urgentes para la próxima administración federal es tratar de definir el destino de la Guardia Nacional, institución que ha quedado a la deriva tanto en estrategia, herramientas, facultades y mando, ya que de ello dependen muchos de los próximos resultados a futuro.
“El reto es la prevención del delito, en todos sus aspectos, retomar la inteligencia policíaca del orden civil. Hay un enorme trabajo pendiente por hacer; fortalecer instituciones, reenfocarse a la atención ciudadana y además volver a poner a las víctimas en el centro de las prioridades y la transición de la Guardia Nacional”, afirmó en entrevista.
En tanto que Lisa Sánchez de MUCD, considera que desde la presentación de sus propuestas en materia de seguridad en campaña, así como sus posturas sobre la Guardia Nacional, Claudia Sheinbaum deja claro que no realizará un viraje en la estrategia actual y presupone un mayor coordinación interinstitucional.
“Creo que la estrategia –como se tiene planteada de tener una Guardia (Nacional) dentro de la Sedena– se convertiría en una fuerza armada y esto profundizaría la militarización en el país. Creo que la política de seguridad dependerá también de los nombramientos que faltan como los titulares de Sedena y Marina”, apunta.
Delitos en cifras
La seguridad es una de las principales preocupaciones de los mexicanos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023, el 74.6 de los mexicanos percibe su ciudad como insegura.
Esa inseguridad tiene detrás cifras inéditas en delitos como homicidios dolosos, feminicidios, extorsión y desapariciones.
Aunque el ofrecimiento del gobierno de Andrés Manuel López fue reducir a la mitad el número de homicidios eso no se concretó y su administración concluirá como la más violenta. Hasta mayo pasado, superaba los 180,000 homicidios dolosos, cifra muy superior a los 120,463 registrados en el gobierno de Felipe Calderón y a los 156,066 de Enrique Peña Nieto.
En el promedio de homicidios diario se registró una disminución menor al 20% entre 2019 y 2024, sin embargo, este sexenio también es el que tiene la tasa más alta de homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes con 28, en el sexenio pasado fue de 22 y en el de Calderón de 16.
La violencia contra la mujer también marcó récords en esta administración. En 2021, por primera vez se superaron los 1,000 feminicidios en el país.
En este gobierno, el número de desapariciones también ha marcado récords. De las 140,000 personas de las que se reportó desconocer su paradero, más de 50,000 aún están ausentes.
La extorsión es otro de los delitos que aumentó en este gobierno. En 2018, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 6,895 delitos, mientras que en 2023 la cifra ascendió a 10,975, pero un año antes fueron 11,039, la más alta del registro; además de que es un delito que tiene un alto índice de cifra negra, es decir, que no se denuncia por temor a represalias o porque se considera que es una pérdida de tiempo.
El trabajo de Harfuch en CDMX como referencia
Por su formación en la extinta Policía Federal, así como su paso por la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Omar García Harfiuch llega a la Ciudad de México para asumir la dirección de la Policía de Investigación en el gobierno de Claudia Sheinbaum en 2019. Ese mismo año fue nombrado Secretario de Seguridad Ciudadana.
La estrategia de Harfuch se centró en atacar frontalmente a los líderes de bandas delictivas con presencia local y nacional. Entre sus capturas más notables se encuentran: Óscar Andrés Flores “El Lunares”, de La Unión Tepito que generó violencia en la capital, también destaca la de Carlos “N” alias “El Santero” de esta misma organización.
Otros detenidos son Carlos Fernando Huerta “El Viejón”, del Cártel Jalisco Nueva Generación, así como líderes del grupo Anti Unión, Malcriados AD, Juan Balta, el Cártel de Tláhuac, Los Rodolfos, Los Tanzanios, Gota a Gota e integrantes del Cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana..
La activista María Elena Morera considera que por su experiencia al frente de la Secretaría de Seguridad en la capital del país, se espera que Harfuch no sea un “florero” en la SSPC.
“Por lo que vimos en la CDMX, él era quien operaba las investigaciones y llevaba a cabo los operativos, luego ya le daba sus créditos a los militares… Es un buen funcionario con olfato político y de investigación criminal, no tengo duda que va querer hacer bien su trabajo, su vida es la investigación criminal. Falta ver cuántos recursos le ponen y si le permiten hacer un grupo de investigación e inteligencia, y por el otro lado falta ver que tantos recursos y que estrategia utilizará con los estados”, destaca.
En su último informe como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Harfuch presumió la desarticulación de más de 250 células delictivas y que capturó a más de 2,200 líderes y operadores de organizaciones criminales entre 2020 y 2023.
Este enfoque frontal a la delincuencia organizada, pudo ser la causa del atentado en su contra en junio de 2020, cuando su camioneta fue atacada en Paseo de la Reforma por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). A pesar de que su vehículo recibió más de 300 disparos de armas de grueso calibre, Harfuch solo sufrió lesiones menores.
La propia exjefa de gobierno y hoy virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha destacado que bajo su mandato y con García Harfuch al frente de la dependencia, los delitos en la capital se redujeron en más del 50% respecto a 2019.
¿Quién es Omar García Harfuch?
Omar García Harfuch, de 42 años, es originario de Cuernavaca, Morelos. Es hijo de Javier García Paniagua, exdirigente del PRI y extitular de la Dirección Federal de Seguridad en el sexenio del expresidente José Lopez Portillo, su madre es la conocida actríz y cantante María Sorté. .
García Harfuch es licenciado en Derecho por la Universidad Continental y en Seguridad Pública por la Universidad del Valle de México. Ha realizado diversos cursos destacados, como el diplomado Senior Executive in National and International Security, en Harvard; un seminario impartido por el FBI en Quantico, Virginia, y el curso de Narcotics Unit Commanders Course de la DEA.
Comenzó su carrera como gerente de la Red Inmobiliaria El Ángel, SA de CV, e ingresó a la Policía Federal en 2008 como jefe de departamento de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención del Delito. Durante su tiempo en la Policía Federal, recibió condecoraciones al Mérito Policial en 2012 y 2014. Fue coordinador Estatal en Guerrero y Titular de la División de Investigación.
De marzo de 2015 a noviembre de 2016, asumió el cargo de titular de la División de Investigación de la Policía Federal y en 2016 se convirtió en el titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía General de la República (FGR).
El 3 de junio de 2019, presentó su renuncia a la AIC y, entre junio y octubre del mismo año, se desempeñó como Jefe General de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
En 2019, fue nombrado titular de la Secretaría de Seguridad CIudadana donde se dedicó al combate y eliminación de células delictivas y líderes del narcotráfico en la Ciudad de México.