Culiacán, Sinaloa.- Un grupo de personas se organiza diariamente para dotar de 50 desayunos y comidas para familiares de niños que se encuentran internados en el Hospital Pediátrico de Sinaloa.
Con un sistema de ‘tickets’ o tarjetas con el emblema de una ‘pizza’ se reparten los alimentos para las familias de los pacientes de escasos recursos o de zonas alejadas de Culiacán que acampan afuera del hospital.
Las obras de “bien”, como le llaman ellos, son de mucha ayuda para las personas necesitadas, ya que entre los beneficiarios se encuentran jornaleros originarios del estado de Chiapas, quienes tienen a una hija de año y medio que sufrió una fractura de columna tras una caída de unas escaleras en una cuartería de la sindicatura de Villa Benito Juárez, en el municipio de Navolato desde hace tres meses.
Señalaron que a raíz del problema se encuentran sin empleo, ya que se vinieron de Chiapas contratados de manera temporal por tres meses, plazo que ya se les venció y hasta el momento no tienen para sacar dinero para seguir
subsistiendo, pues tampoco pueden trabajar porque tienen que turnarse para cuidar a la niña y también hacerse cargo de otra bebé de brazos que mantienen junto con ellos.
También se encuentra un comerciante vecino de la ciudad de Los Mochis, quien mantiene internado a su hijo desde hace meses en el área de oncología, por lo cual él y su mujer tienen que permanecer en un albergue y subsistir con lo poco que tienen para poder seguir al lado de su hijo de 14 años, cuyo tratamiento según los médicos se puede extender hasta por un año.
Entre estas personas se encuentran otras más que tienen que subsistir de lo poco que las personas, los restaurantes, el propio hospital y últimamente con el de los hijos de Joaquín Guzmán Loera El Chapo Guzmán, los cuales son considerados como líderes del Cártel de Sinaloa y quienes dan de alimento en el desayuno huevos revueltos con jamón, pollo con verdura, chilaquiles, tortas y frijol, así como una bebida que consiste en agua de horchata, jamaica o tamarindo.
Todo esto se reparte por la mañana, mientras que en el mediodía se da comida como bistec arroz con algún guiso, caldo de pollo y aguas de sabor. Los beneficiarios señalaron saber de quién proviene la ayuda, pero a ellos no les importa, lo que les interesa es que están siendo apoyados y con eso se ahorran alrededor de 250 a 300 por dos personas por dos comidas en la mañana y en la tarde.
Algunos de los beneficiarios tienen meses recibiendo los vales de comida, el cual consiste en una tarjeta enmicada por ambos lados con la leyenda “cortesía” con un holograma metálico y la imagen de una pizza en pedazos, mientras que por el otro lado trae un código QR y las letras “cupón válido por una comida y una bebida” así como algunas imágenes de trozos de pizza y los vales son canjeados en una cocina tipo fonda que se localiza muy cerca del hospital.