Por: Luis Enrique Ortiz

Con la cancelación de un evento relativo a la sobre explotación de la cuenca de los ríos Bacoachi y Bacanuchi, afluentes del caudal que llega o llegaba hasta la presa El Molinito, El Colegio de Sonora (Colson) se coloca en el epicentro de un vil e inaceptable acto de censura cuyo patrocinador oscila entre la Comisión Nacional del Agua (CNA) y la oficina del dueño de Grupo México, Germán Larrea Motavelasco.

Como ya es de todos sabido, hoy viernes -por la tarde- debería transmitirse a través de redes sociales la charla virtual: “Qué está pasando en el Bacoachi. Situación del almacenamiento del acuífero”, coordinada por El Colegio de Sonora, con la participación de José Agustín Breña Naranjo, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA); Agustín Robles Morua, del Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), bajo la conducción de Rolando Enrique Díaz Cervantes del Colson.

Los ponentes y demás involucrados en la consecución de la charla, empezaron a recibir llamadas de cancelación desde el martes de lo que sería un valioso evento de divulgación que documenta con precisión y detalle, el impacto de las actividades mineras de Grupo México en la región de Cananea y más allá.

El tecleador llamó dos veces a El Colson para buscar a una persona que le pudiera confirmar, si recibió por cualquier medio alguna orden, insinuación o presión para cancelar el esperado evento.

“La única persona que le puede dar información es la secretaria Maricela (Meraz), pero ella no se encuentra porque está en un curso y sale a las 3 y de ahí se va a su casa”, respondió una mujer que dijo ser empleada de una agencia de seguridad privada que hace las veces de recepcionista de la institución.

Uno de los documentos rectores de la charla, sería “Estado del almacenamiento del agua subterránea en los acuíferos río Bacoachi y río Bacanuchi”, que documenta como Grupo México se acabó el agua de la parte norte de ambos caudales ubicada en el corazón del proyecto Buenavista del Cobre, en Cananea, Sonora, por lo que debió buscar fuentes alternativas y suplementarias para sus procesos de beneficio y obtención de cobre, metales preciosos y otros.

“La evidencia recopilada en campo, junto con los datos satelitales de GRACE, indica que los abatimientos de los acuíferos 2627 Río Bacoachi y 2628 Río Bacanuchi disminuyen en dirección norte a sur, encontrándose las mayores diferencias en los sitios próximos a la mina de Cananea. Este fenómeno es particularmente pronunciado en las áreas cercanas al proyecto minero Buenavista del Cobre, indicando un impacto directo de las actividades mineras en el agotamiento de los recursos hídricos subterráneos”, se explica en la primera de las conclusiones.

Pero en lugar de detener el saqueo, Grupo México compró los ranchos La Churea y Miller, ubicados en el municipio de Bacoachi, cercano vecino a Cananea, y perforó pozos mientras hacían gestiones ante Conagua, para construir un acueducto hasta donde se acabaron el vital líquido, es decir la mina Buenavista del Cobre.

Los pobladores apoyados por organizaciones ambientalistas, impidieron el tema del acueducto, pero GM empezó a utilizar pipas con capacidad de 35 mil litros y sacar agua de los pozos a razón de 3 millones 500 mil litros por hora.

En absoluta minoría, aislados, amenazados e ignorados por defensores de derechos humanos y los propios gobiernos locales y el federal, los pobladores se han echado al hombro la responsabilidad de detener el saqueo que según ellos mismos cuenta con todo el apoyo de funcionarios del gobierno federal.

Una de las más reconocidas activistas del movimiento para que se haga justicia por los desastres ambientales del Grupo México en la región, Martha Patricia Velarde, escribió en redes sociales: “Indiscriminado saqueo autorizado por el Delegado de Conagua en Sonora Jesús Antonio Cruz Varela que (afecta) no sólo afecta a Bacoachi, sino a toda la cuenca #RioSonora ya que junto con el Río Bacanuchi, son los sus más importantes afluentes”.

“Tenemos derecho constitucional a la verdad, dejen de censurar a la academia, a la ciencia y a sus propias instituciones”, reclama Martha Patricia y acusa de complicidad con GM los gobiernos de México y Sonora.

El documento refiere con mucha claridad la insustentabilidad de las acciones del GM, pero nadie detiene el saqueo:

“Es necesario revisar las prácticas implementadas por Grupo México para mitigar los impactos medioambientales, ya que la estrategia actual de perforar pozos en la parte sur del acuífero y transportar el agua a través de acueductos hacia el norte para su aprovechamiento no es sustentable si se mantienen los volúmenes de extracción. Este tema adquiere una importancia crítica en un acuífero cuya evolución histórica muestra abatimientos significativos. Continuar con esta estrategia aumenta el riesgo potencial para las comunidades de acceder al recurso hídrico y acelera la sobreexplotación de los acuíferos”.

Si la sobreexplotación continúa, los pobladores aledaños se quedarán también sin agua, refiere la conclusión del estudio cuya presentación fue censurada sin mayor explicación.