Por:Maggie Haberman y
El expresidente Donald Trump, en un discurso pronunciado el sábado por la noche en un acto multimillonario de recaudación de fondos, lamentó que no inmigraran a Estados Unidos personas procedentes de “países agradables”, “como Dinamarca”, y sugirió que sus prósperos compañeros de cena estaban temporalmente a salvo de inmigrantes indocumentados en las inmediaciones, según un asistente.
Trump, quien es el virtual candidato presidencial republicano, hizo estos comentarios durante una presentación de unos 45 minutos en una cena celebrada en una mansión propiedad del financiero multimillonario John Paulson en Palm Beach, Florida, una exclusiva comunidad isleña.
Los invitados estaban sentados al aire libre en mesas vestidas de blanco bajo una carpa nívea, con vistas a la vía fluvial que divide la ciudad adinerada de la más diversa West Palm Beach, una ciudad continental, según el asistente, que no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el evento privado, pero proporcionó extensos comentarios sobre las observaciones de Trump.
Decenas de donantes adinerados firmaron cheques que, según la campaña de Trump y el Comité Nacional Republicano, ascendieron a más de 50 millones de dólares, una cantidad que marcaría un récord pero que no ha sido verificada. Los informes financieros de la campaña que abarcan la fecha del acto no estarán disponibles hasta dentro de unos meses.
Algunos comentarios de Trump fueron similares a los que habitualmente pronuncia en sus discursos de campaña, mientras que otras partes de su intervención se adaptaron a su acaudalada audiencia.
A mitad de su discurso, según el asistente, Trump comenzó a despotricar sobre los inmigrantes que entran en Estados Unidos, en un momento en que el presidente Joe Biden ha estado luchando con una intensa crisis en la frontera sur.
“Son personas que vienen de prisiones y cárceles. Vienen de lugares y países terribles, países que son un desastre”, dijo Trump a sus invitados, según el asistente. El exmandatario ha convertido una afirmación similar en el núcleo de sus discursos de campaña.
Luego pareció referirse a un episodio de su presidencia en el que suscitó importantes críticas tras una reunión en el Despacho Oval con legisladores federales sobre inmigración, durante la cual describió a Haití y a otras naciones de África como “países de mierda”, en comparación con lugares como Noruega.
“Y cuando dije, ya saben, por qué no podemos permitir que venga gente de países agradables, estoy tratando de ser amable”, dijo Trump en la cena, entre risas de la multitud. “¿Los países agradables, ya saben, como Dinamarca, Suiza? ¿Viene gente de Dinamarca? ¿Y de Suiza? ¿Y de Noruega?”.
Y continuó: “Y, ya saben, se lo tomaron como un comentario terrible, pero a mí me pareció bien”.
Trump continuó diciendo que había gente que venía de Yemen, “donde se están volando unos a otros por todas partes”.
Durante sus mítines, Trump suele lamentarse de los inmigrantes procedentes de una serie de países de África, Asia y Medio Oriente, a la vez que aviva los temores en torno a la oleada en la frontera, a la que culpa de un repunte de la delincuencia, una aseveración que no ha sido respaldada por los datos disponibles.
En la cena, Trump también lamentó el aumento de los migrantes, en particular de América Latina, diciendo que los miembros de pandillas “hacen que los Hells Angels parezcan personas extremadamente agradables”.
“Han sido embarcados, traídos, depositados en nuestro país, y están con nosotros esta noche”, dijo Trump.
“De hecho, no creo que estén en esta isla, pero sé que están en esa isla de ahí. Eso es West Palm”, dijo Trump, señalando a través del agua, según el asistente. “Enhorabuena por allá. Pero estarán aquí. Con el tiempo, estarán aquí”.
Cuando se le pidió que hiciera comentarios, un funcionario de la campaña de Trump señaló una lectura oficial del evento del expresidente, incluyendo que había discutido la crisis fronteriza y los recortes de impuestos que promulgó mientras estaba en el cargo. El funcionario no se refirió a las citas específicas y no respondió a una pregunta sobre si la campaña disputaba esas declaraciones.
La propiedad de Paulson se encuentra a lo largo de la vía fluvial que separa la ciudad de Palm Beach —una comunidad rica en una isla barrera que, según la Oficina del Censo, es 93,8 por ciento blanca— de West Palm Beach, donde casi un tercio de los residentes son negros y una cuarta parte son hispanos.
Trump culpó a su sucesor, Biden, por la afluencia de migrantes y se burló de él y de sus colaboradores por lo que dijo que eran malas decisiones tomadas en torno al escritorio Resolute, que ha sido utilizado por dos decenas de presidentes.
“El escritorio Resolute es precioso”, dijo Trump. “Ronald Reagan lo usó, otros lo usaron”.
Luego denigró a Biden, sonando disgustado, según el asistente: “Y él lo está usando. Es posible que no lo use la próxima vez. Se ha ensuciado. Y lo digo literalmente, lo cual es triste”.
El asistente que presenció el momento dijo que los invitados a la cena se rieron y que el comentario de Trump se interpretó como si el expresidente hubiera dicho que Biden había defecado en la mesa.
Trump también trató de señalar las partes de su historial que podrían atraer a los donantes ricos presentes. Destacó los recortes fiscales bajo su gestión y preguntó a los asistentes si tenían preferencia por esa medida o por sus normativas que les permitían beneficiarse de desgravaciones específicas, según el asistente.
“Las personas con más éxito de todo el país están en esta sala”, dijo Trump.
Terminó sus declaraciones con una grave evaluación del futuro de Estados Unidos que ha caracterizado sus campañas a la presidencia, pero con un tenor más apocalíptico en 2024.
“Esta podría ser la última elección de este país”, dijo Trump, utilizando una frase que se ha convertido en un comentario habitual en sus mítines. “En mi opinión, el 4 de julio no es tan importante como esto”.