El periodista Jaime Barrera espera que las autoridades de Jalisco esclarezcan el caso de su secuestro y que se llegue al final de la investigación.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para su espacio en Radio Fórmula, Barrera respondió a los cuestionamientos del gobernador de la entidad, Enrique Alfaro, quien puso en duda la privación de la libertad que sufrió durante dos días.
“Que me ayude a esclarecer el caso, no sé de qué caso esté hablando (…) Ojalá de verdad en esa investigación se llegue al final y nos lo diga”, refirió el comunicador de Televisa Guadalajara.
Apenas horas después de que Barrera fuera liberado por sus captores, el gobernador Enrique Alfaro señaló lo siguiente sobre el caso: “no fue un secuestro. No hubo una operación de rescate. No fue un robo. No fue un intento de homicidio. Fue otra cosa”, sin dar más detalles.
El presentador del noticiero de N+ de Televisa Guadalajara contó los detalles sobre el secuestro, el cual fue realizado la tarde del pasado lunes hasta el momento de su libertad en el municipio de Magdalena, a casi 80 kilómetros al noroeste de Guadalajara.
“Pensé que era un asalto y me dijeron ‘acompáñanos’, lo que llamamos un típico levantón. Me llevan sin saber a dónde, me subieron a una camioneta y me tuvieron en un domicilio vendado de los ojos, hincado, totalmente a su merced, preguntándome cosas. Tratándome bien hasta cierto sentido, pero a esas horas no te da hambre”, indicó.
“Conforme fue transcurriendo el tiempo preguntaban de algunos artículos periodísticos, eran preguntas de esas. Lo que aquí les digo es que uno como periodista escribe por consigna, uno escribe lo que ve acreditable, lo que uno constata, lo que es periodístico, esos son nuestros criterios y lo que les expliqué (a sus captores). Afortunadamente estoy aquí para contarla”, expuso.
“Ayer me cambiaron de sitio y después me cambian de auto y me dejan a las afueras del municipio que se llama Magdalena, y la carretera que va a Colima, ahí yo pido ayuda por mis propios medios. Yo creo que eran las 0:00 h ( de hoy, cuando lo liberaron). Busqué una tienda y una señora me prestó su teléfono (para llamar a sus familiares)”, puntualizó.
Su caso despertó la atención de organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Artículo 19, el Comité de Protección para Periodistas (CPJ, en inglés) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
El hecho ocurre mientras asociaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) han advertido que México es el país sin guerra más peligroso para los periodistas, con al menos cinco asesinados en relación a su labor en 2023, según Artículo 19.
Fuente: López-Dóriga Digital