A través de programas de noticias y redes sociales, Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión (SPR), lanzó una campaña de acoso y descrédito en contra de Natalie Kitroef, corresponsal del diario The New York Times, quien publicó un reportaje sobre investigaciones en torno a los presuntos nexos de cercanos del presidente Andrés Manuel López Obrador con grupos del crimen organizado.
El jueves, el presidente dio a conocer el mensaje enviado por la periodista a Jesús Ramírez, coordinador de comunicación de la presidencia, en el que mostraba las preguntas. López Obrador dio a conocer el número de la periodista y respondió negativamente a todas las preguntas que planteaba.
Desde la tarde y noche del jueves, los espacios del SPR se lanzaron a criticar a la periodista, sus trabajos y sus supuestas motivaciones para publicar un reportaje en el que se señalaba con claridad que hubo una investigación sobre denuncias de que sus cercanos recibieron dinero del crimen organizado, pero estas se cerraron porque el gobierno de Estados Unidos no quiere crear un conflicto con el de México.
Una pieza trasmitida en los programas del SPR, que se transmite por los canales 11, 14 y 22, y después divulgada en redes por la cuenta del sistema y publicada por Villamil en su cuenta personal, abre con la fotografía de Kitroef y la acusa de estar “en contra del gobierno de México, sin pruebas y con ausencia de rigor periodístico”.
Luego hace un recuento de las noticias que ha publicado la periodista, como una sobre las pruebas presentadas por el gobierno para sostener su investigación sobre el caso Ayotzinapa. De acuerdo con el organismo que dirige Villamil, el entonces subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, desmintió el reportaje aunque el funcionario nunca dirigió comunicación alguna para contradecir la publicación.
En un programa del SPR, transmitido la noche del jueves, la conductora descalificó trabajos de ProPublica, Latinus y The New York Times, pero en especial dijo que el trabajo de Kitroef es parte de una campaña en contra del presidente y justificó la respuesta del presidente, quien llamó “pasquín inmundo” al diario neoyorquino.