La falta de agua producto de la aguda sequía que atraviesa el país encendió nuevas alertas, porque también será un factor que impactará el combate de incendios forestales, cuya temporada se prevé más fuerte.

Reportes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) señalan que del 2019 al 2023 ha incrementado la cantidad de incendios forestales en el país, pues en el 2019 se registraron siete mil 410 siniestros; en el 2020 fueron cinco mil 913; en el 2021 se contabilizaron siete mil 377; en el 2022 se tuvo registro de seis mil 719 y al cierre del 2023 fueron siete mil 611; además, en este último año se registró el récord de hectáreas calcinadas, al contabilizar un millón 047 mil 492.

De este fenómeno de siniestros a nivel nacional no escapa ninguna de las 32 entidades. En este año, tan sólo del 1 de enero al 8 de febrero, la dependencia federal ya lleva un conteo de 170 incendios, con una superficie afectada de dos mil 604 hectáreas, y la etapa más aguda de la temporada de estiaje aún no comienza.

Los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indican que el 2024 será un año más caliente que el 2023, el cual rompió récords históricos de temperaturas de al menos los últimos 20 años.

La propia Conafor prevé más incendios. Arturo Cruz, brigadista en la Ciudad de México, dijo a este diario que para extinguir un incendio forestal se requieren en promedio 50 mil litros para una o dos hectáreas, por lo que contar con el recurso es básico para la temporada, que se vislumbra muy seca.

“Sí, esperamos una temporada muy seca, con más calor, y eso puede afectar también en el aumento de incendios forestales, ya que tiene una gran influencia. En nuestro programa estatal, que ya se presentó, se mencionó que hay un pronóstico con una sequía más fuerte que el año pasado, al menos en el primer trimestre del año, que es el que tenemos”, explicó.

Gráfico
Gráfico: La Razón.

Dijo que en la Ciudad de México toman el agua de manantiales como el Tulmiac, que se encuentra en la alcaldía Milpa Alta y, en el último de los casos, agua tratada del Sistema de Aguas capitalino.

“Obviamente, si no hay agua, nos puede afectar en la atención de incendios y, al no tener el recurso, se incrementa la superficie afectada y el tiempo de combate”, explicó.

Detalló que usan retardantes (químicos) para extinguir el fuego, pero también se debe combinar con agua para que se activen y funcionen: “Instalamos equipo especializado para llevar el agua, como en tanques, helicópteros o en mochilas que portan los brigadistas. Desde noviembre tenemos brechas cortafuegos para prevenir, pero el pronóstico es que puede haber más calor e incendios en 2024 y, aunque estamos preparados, nos preocupamos por la falta de agua que se puede presentar”.

Rodrigo Contreras, brigadista de la Conafor en Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, refirió que hay dos brigadas: una que comenzó en noviembre a realizar medidas preventivas, como brechas cortafuego, y otra que arrancará en marzo, para prevenir cualquier siniestro.

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Gráfico: La Razón.

Coincidió en que es un año “muy grave” por la crisis, pues si bien en algunos estados del sur no dejó de llover, en los del centro y norte no hay agua, lo que generó que en el piso se acumule material combustible.

“Hay mucha hojarasca en el suelo y eso es un factor de incendio en los bosques del país; por ello, consideramos que va a ser un año más grave en incendios forestales. El año pasado se rompió el récord de hectáreas quemadas, porque rebasamos el millón, pero este año puede ser peor”, explicó.

Sequía extrema alcanza nivel récord en 10 años

En la primera quincena de febrero, la sequía extrema y excepcional registrada en el territorio alcanzó los niveles más elevados observados durante la última década para dicho periodo.

Hasta el 15 de este mes, el Monitor de Sequía, a cargo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), señaló que la sequía en el tercer y cuarto nivel (los más elevados) afectó a 19.2 y 9.15 por ciento respectivamente del territorio nacional, números no vistos en el registro histórico disponible a partir de 2014.

Antes de esto, las cifras más altas dadas a conocer por el Monitor se dieron en 2021, con 7.05 y 0.45 por ciento en dichas clasificaciones del fenómeno.

A nivel general, se concluye que tres cuartas partes del país se encuentran en alguna condición de sequía, que va desde un nivel sólo considerado como anormal, hasta el extremo y excepcional.

El reporte apunta que 75.4 por ciento del país presenta condiciones adversas en esta materia y, a pesar de significar una proporción elevada, se encuentra 6.5 puntos por debajo de lo que se registró en el mismo periodo del 2023.

Para la primera quincena de febrero del año pasado, el Monitor de Sequía indicó que 81.9 por ciento presentaba afectaciones.

Sobre las otras clasificaciones, se apunta que 15.54 por ciento del país está en una condición anormalmente seca; 13.93 por ciento, con sequía moderada, y 17.5 por ciento, con sequía severa, la cual se ubica como la segunda cifra más alta de la década después del 20.74 por ciento que se observó en 2021.

Geográficamente, los estados con mayor impacto son Aguascalientes, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Querétaro y Sinaloa.

La Conagua explicó que se observó un incremento de este fenómeno en Coahuila, Nuevo León, Chiapas y Tabasco como consecuencia de la falta de humedad y el predominio de aire cálido por efecto de un sistema anticiclónico sobre el Pacífico central y el centro del país.

Fuente: La Razón