Por: Rogelio Agustín Esteban | Milenio
La Policía Comunitaria de Ayahualtempa cumplió el amago de presentar a una columna de 20 niños armados, vestidos con playeras verde olivo y cubiertos del rostro, los que aseguran, están capacitados para defender a su pueblo del constante acecho del crimen organizado.
En ese pequeño grupo, destacó la presencia de cinco niñas, que aseguran, tomaron la decisión de entrenarse en el uso de armas de fuego, ante el temor generado por los asesinatos y desapariciones generados en los últimos años.
Ellos se mostraron ante una asamblea comunitaria realizada en Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera (Hueycantenango), a menos de 24 horas de que el gobierno del estado, mandos militares y policiacos se reunieran con las autoridades del lugar.
De acuerdo con los representantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Pueblos Fundadores (CRAC-PF), solo los mayores de 15 años cuentan con la capacidad para organizar y defender su pueblo.
Ellos solamente asumen el resguardo de la comunidad, en el caso de que los comunitarios adultos salgan a realizar recorridos fuera, por alguna situación de emergencia.
Aunque se indicó que la mayoría son mayores de 15 años, también se pudo observar que varios no rebasan los 11.
Durante la asamblea, los menores realizaron una demostración del adiestramiento tipo militar que están llevando; marcharon y asumieron posiciones de disparo.
Con los desplazamientos hechos, los representantes del Consejo Tradicional del Gobierno Nahua les tomaron protesta como integrantes de la autodefensa armada de la localidad.
El abandono institucional, la causa.
De acuerdo con Luis Morales Rojas, uno de los mandos de la CRAC-PF, entrenar y armar a los menores de edad, es una determinación que se asumió ante el abandono de las autoridades, por lo que poco a poco, los menores irán entrando en el sistema de seguridad y justicia alternativa, que se rige bajo el sistema de usos y costumbres de los pueblos originarios.
Los integrantes que ya cuentan edades de entre 15 y 16 años, tienen la posibilidad de organizarse y montar guardias en las entradas de su localidad.
Enfatizó que la presentación de los menores armados se debe a la falta de resultados de las corporaciones institucionales, para localizar a los cuatro integrantes de la familia Teodoro Gaspar, privada de su libertad el viernes 19 de enero.
“Si nos toca salir a búsqueda o algún operativo, ellos saben cómo actuar”, apuntó.
En el año 2019 se armó al primer grupo de niños que fue presentado en la localidad de Alcozacan, tras el asesinato de diez músicos a manos de presuntos integrantes del grupo delictivo de Los Ardillos.
En ese momento 35 niños de Ayahualtempa se unieron, pero hoy son 20 nuevos integrantes.
De los 35 presentados en 2019, algunos ya alcanzan la mayoría de edad y se han integrado de lleno a las filas de la CRAC-PF sin ningún tipo de restricción.
Los policías comunitarios, desde la semana pasada están metidos de lleno en los operativos de búsqueda de la familia que fue privada de su libertad.
Al movilizarse hacia los cerros y cañadas, son los menores los que ahora se quedarán a cargo del pueblo.
Lamentan los nulos resultados de las autoridades.
Los Coordinadores de la CRAC-PF reprocharon que el operativo de búsqueda implementado por la Policía Estatal, la Fiscalía General del Estado (FGE), la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), sólo se está limitando a hacerse dentro del denominado “territorio comunitario”.
Lo anterior, porque ya se informó a la FGE que los integrantes de la familia están retenidos en Tlaniculilco, municipio de Quechultenango, principal bastión de Los Ardillos.
Ante la falta de acciones, aseguró que la CRAC-PF comenzará la búsqueda de Cecilia Gaspar Hernández, de 50 años, su esposo José Teodoro Domingo Ortiz, de 52 y sus hijos Roberto y Gaudencio, de 30 y 22 años, respectivamente, porque sus familias están desesperadas.