Por: Antonio López Moreno

En su natal San Pedro Sula, Honduras, padecía varios problemas. Uno de ellos era el económico, otro de ellos el político y desde luego, la cuestión de inseguridad.

El destino le hizo emprender un peligro viaje para intentar llegar a Estados Unidos, lo cual sabía de su peligrosidad y riesgo, sin embargo decidió encomendarse a lo más alto y partir de la tierra que la vio nacer, sin saber que llegaría a una ciudad en donde el clima contrasta drásticamente con la selva a la que está acostumbrada.

Lourdes había escuchado muchísimas cosas sobre México. Le advirtieron sobre traficantes, pandillas, corrupción, pero nunca imaginó quedar relativamente varada en una ciudad con climas extremos.

“La verdad yo no aguantaba esto, yo ya me quería ir, no me quedaba de otra, es muy fuerte el calor. Es demasiado, en verano no se podía ni salir afuera, pero no me podía regresar”, dijo.

Ella llegó a Sonora junto con una caravana migrante en septiembre. El calor le tomó por sorpresa e incluso estuvo a punto de devolverse tras sufrir un golpe de calor, sin embargo decidió soportar y esperar unos días para continuar su travesía.

Hace días partió a Estados Unidos, con la incertidumbre sobre los climas fríos y las bajas temperaturas que se presentan en la frontera, sin embargo, en marco del Día Internacional del Migrante, llama a esforzarse y luchar por los más queridos.