Los dos mexicanos que forman parte de la tripulación de un buque británico secuestrado en el Mar Rojo fueron identificados como originarios de Veracruz.
Se trata de un jefe de Ingenieros de la ciudad de Veracruz y un oficial de Máquinas del municipio de Misantla; ambos egresados de la Escuela Náutica de Veracruz.
El oficial de Máquinas es Arturo Alberto Zacarías Meza, cuya familia ha solicitado a las autoridades mexicanas que hagan lo posible por la liberación del joven.
José de Jesús, hermano de Arturo, detalló que la compañía propiedad del buque Galaxy Leader tomó cartas en el asunto desde que se supo del secuestro.
“Queremos pedir ayuda para que todos regresen sanos y salvos a casa… A la Secretaría de Relaciones Exteriores pedimos todo su apoyo para que todos los tripulantes regresen a sus casas”, dijo.
María Teresa Meza, madre de Arturo, dijo desear que el conflicto que envuelve el secuestro del buque se resuelva lo más pronto posible “para que podamos gozar de la compañía de mi hijo en casa”.
“Le pido a las personas que me regalen una oración para que los 25 tripulantes estén sanos y salvos, gracias”, externó.
Rebeldes hutíes del Yemen anunciaron la captura del buque Galaxy Leader, que aseguraron pertenece a Israel, y afirmaron que este tipo de operaciones solo van dirigidas contra buques de bandera o propiedad israelí.
El carguero Galaxy Leader, que transportaba vehículos, es propiedad de una empresa británica, pero es operado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line), que ha detallado que su tripulación estaba compuesta en el momento de la incautación por 25 marineros de origen búlgaro, ucraniano, filipino, mexicano y rumano.
El navío incautado, que se dirigía desde India rumbo a Turquía, navegaba con bandera de las Bahamas y sería propiedad parcial del magnate israelí Rami Unger, lo que habría detonado la operación.
Tras el anunció de los hutíes, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó “enérgicamente” lo que consideró como “un ataque iraní contra un buque internacional”, pero Teherán rechazó hoy estas acusaciones.
Por su parte, el Gobierno japonés condenó la captura del carguero operado por una empresa japonesa y pidió la liberación de los 25 marinos de la tripulación tomados como rehenes en el incidente.
Los hutíes aseguraron que continuarán con operaciones similares “contra el enemigo israelí hasta que cese la agresión contra la Franja de Gaza y cesen los crímenes atroces que continúan hasta este momento” tanto en el enclave palestino como en Cisjordania.