Más de mil 200 migrantes, en su mayoría, haitianos, nicaragüense y venezolanos, salieron este domingo caminando en una nueva caravana desde Tapachula, Chiapas, para unirse a la concentración de 8 mil personas en movilidad que esperan posibles beneficios del diálogo con autoridades migratorias este lunes.
La caravana migrante salió el pasado 30 de octubre y recorrió casi 50 kilómetros en tres días hasta Huixtla, otra localidad de Chiapas.
Los organizadores dijeron que el primer grupo había aumentado a unas 8 mil personas, mientras que el gobierno del estado de Chiapas dijo que estimaba el grupo en 3 mil 500 personas.
Muchos migrantes huyen de la pobreza y la inestabilidad política en sus países de origen como Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití y especialmente Honduras y Venezuela, según dijeron testigos a Reuters.
“Es demasiado tiempo que nos pongan a esperar tres o cuatro meses por la visa humanitaria, para poder viajar por territorio mexicano”, dijo Selma Álvarez, una migrante de Venezuela.
“Estamos a merced de los coyotes, de los delincuentes. Nos acompañamos todos cuando vamos en la caravana. Cuando uno es migrante, nada es seguro“, agregó.
Álvarez dijo que el grupo estaba impaciente por llegar a la frontera de Estados Unidos e iniciar el proceso para ingresar al país con citas aseguradas a través de la aplicación del gobierno estadounidense, CBP One, y solicitar asilo.
El presidente Joe Biden, que busca la reelección el próximo año, está bajo presión para frenar el número de personas que cruzan ilegalmente a Estados Unidos desde México. Durante el largo trayecto, los migrantes enfrentan graves peligros y suelen ser víctimas de accidentes de tránsito, violaciones, secuestros, entre otros delitos.
Este año, un número récord de migrantes ha atravesado el Darién —la peligrosa selva que separa Panamá de Colombia— con la intención de llegar a Estados Unidos.
Fuente: Latinus