Por: Infobae

Hace cuatro años se dio uno de los peores episodios de violencia narco en México que sobrepasó cualquier límite cuando un grupo de narcos mataron sin piedad a mujeres y niños indefensos de la familia LeBarón-Miller-Langford.

Pero esa noche donde murieron 9 de sus integrantes también hubo valentía y heroísmo, ya que los niños sobrevivientes se cuidaron entre sí a pesar de estar baleados, heridos y aterrorizados. Devin caminó 6 horas para encontrar a su familia y pedir ayuda, Mackenzie, herida de bala también fue en busca de alguien que pudiera ayudarlos al ver que no regresaba Devin, los demás se cuidaron unos a otros a pesar de estar también heridos.

Devin Langford, que en ese momento tenía 13 años de edad, tras presenciar el tiioteo tuvo la fortaleza para esconder a seis de sus hermanos en los arbustos e ir a buscar ayuda.

Devin reveló cuáles fueron las últimas palabras de su madre, Dawna, quien murió acribillada por los sicarios. “Agáchense ahora mismo”, le dijo a sus hijos mientras rezaba a Dios e intentaba encender el auto para salir del lugar donde fueron emboscados.

En su relato, el menor contó que su madre fue incapaz de mover el coche debido a las averías causadas por los impactos de bala. “El auto no funcionaba, (Dawna) estaba tratando de mover el auto lo más posible, pero estoy bastante seguro de que le dispararon al auto para que no arrancara”, contó en su entrevista para ABC News.

Devin le dijo al medio estadounidense que los sicarios dispararon indiscriminadamente contra su familia. “Ellos simplemente empezaron a golpear el auto con un montón y montón de balas”.

Tras atacarlos brutalmente, los criminales sacaron a la familia de las camionetas en las que se trasladaban y los aventaron al piso, como si los fueran a ejecutar. Sin embargo, los abandonaron en el lugar y se marcharon.

Fue en ese momento que Devin escondió a sus hermanos en los arbustos y los cubrió de ramas para mantenerlos a salvo mientras buscaba ayuda. Durante su trayecto a pie, en el que recorrió más de 20 kilómetros por el desierto, el terror le invadió. “Pensaba si había alguien por ahí tratando de dispararme o siguiéndome, o en mi madre y mis dos hermanos asesinados”, dijo.

A pesar de su miedo, este niño de 13 años llegó a pedir ayuda y a narrar lo ocurrido a otros familiares, quienes de inmediato se armaron y regresaron al lugar de la masacre para tratar de encontrar a los niños escondidos y rescatarlos.

Al llegar comprobaron que Dawna Langford, de 43 años de edad, yacía muerta sobre el volante. A su lado estaban dos de sus hijos, Trevor y Rogan Langford, de 11 y 2 años, respectivamente. Tras la muerte de su madre, Devin la recordó como “una buena persona y una mujer valiente que intentó salvar a sus hijos”.

Detalló que junto a automóvil había una chequera de un banco que está más adelante, por lo que señalan que los agresores fueron al vehículo y le dispararon más veces: “Buscaron en el vehículo, le prendieron fuego, y quemaron a todos adentro, vivos”.

Mientras que Julián Lebaron relató que su primita menor de edad, de nombre Mackenzie, caminó alrededor de 14 kilómetros con una herida de bala leve para buscar ayuda, luego de estar preocupada ya que Devin no llegaba tras pasar varias horas en la oscuridad de la noche.

Una primita de nosotros que se llama Mackenzie, que fue herida de bala, pero levemente, estaba deambulando, caminó casi 14 kilómetros antes de que la encontráramos”, dijo el activista.

La masacre de la familia realizada por cárteles de droga en México desató una serie de reacciones de indignación y tristeza por el grado de violencia ligado al narcotráfico

Sus relatos se sumaron al de John LeBarón, quien escribió una crónica sobre lo ocurrido ese fatídico día. El hombre es el sobrino de Dawna Ray Langford, quien estaba casada con David LeBarón antes de morir en la emboscada.

John explicó con detalle cómo fue el ataque ese 4 de noviembre en los límites de Sonora y Chihuahua, al noreste de México. La familia LeBarón, conformada por tres mujeres y 14 menores de edad, se trasladaba de Galeana, Chihuahua a Bavispe, Sonora.

“Durante 11 horas, sus familias en todo Sonora, Chihuahua y el medio oeste de Estados Unidos esperaron con temor y horror ante cualquier noticia de posibles sobrevivientes. El primer vehículo fue encontrado lleno de agujeros de bala y completamente en llamas. ‘Nita’ y los cuatro de sus siete hijos que había llevado en el viaje fueron quemados en su mayoría hasta las cenizas y solo quedaron unos pocos huesos carbonizados para identificar que los cinco habían estado dentro. Al parecer, uno intentó escapar ya que la puerta del pasajero delantero estaba abierta y los restos estaban parcialmente dentro y fuera del vehículo”, escribió John Lebarón.

Las nueve víctimas mortales del ataque fueron:

  • Rhonita Maria Miller (30 años)
  • Howard Jacob Miller, Jr. (12 años)
  • Krystal Bellaine Miller (10 años)
  • Titus Alvin Miller (8 meses)
  • Tiana Gricel Miller (8 meses)
  • Christina Marie Langford Johnson (29 años)
  • Dawna Ray Langford (43 años)
  • Trevor Harvey Langford (11 años)
  • Rogan Jay Langford (2 años)