En la frontera entre Estados Unidos y México, un inquietante escenario se desarrolla a medida que milicias armadas estadounidenses toman la justicia en sus propias manos.
Según un reportaje de AJ+, estas milicias están interceptando a niños migrantes no acompañados y recopilando información personal de ellos. Pero esta no es la única preocupación.
Estas autodenominadas fuerzas de la frontera han sido vinculadas a grupos de extrema derecha como los Proud Boys y QAnon, lo que plantea interrogantes sobre sus verdaderas motivaciones.
Su objetivo parece ser influir en la percepción pública sobre la inmigración en Estados Unidos.
Sin embargo, muchas de sus afirmaciones carecen de fundamento y están relacionadas con teorías de conspiración antiinmigrantes, como la creencia infundada de que los migrantes están introduciendo fentanilo a través de la frontera, cuando en realidad esta sustancia es contrabandeada principalmente por ciudadanos estadounidenses a través de puntos de entrada oficiales, señala el video de AJ+.
Los migrantes se encuentran atrapados en medio de este debate polarizado y peligroso.
El informe de AJ+ arroja luz sobre dos facetas opuestas en la frontera: las milicias que patrullan en busca de migrantes y aquellos que están haciendo lo posible por ayudar a los migrantes en su viaje.
Una figura clave en estas milicias es Michael “Lewis Arthur” Meyer, quien se autodenomina nacionalista cristiano y ha sido condenado previamente por asalto. Por otro lado, Paul Flores, miembro de una de estas milicias, es conocido por su participación en el asalto al Capitolio en enero de 2021.
Migrantes enfrentan dificultades
Los migrantes enfrentan una serie de dificultades para solicitar asilo en Estados Unidos, desde la sobrecarga del sistema hasta políticas restrictivas de inmigración. VoP, uno de los grupos de milicias, acusa a los migrantes de ser “malas personas” y alega que no califican para el asilo, lo que genera aún más tensión en la región.
A pesar de estos desafíos, grupos humanitarios como Tucson Samaritans y Humane Borders continúan brindando ayuda vital a los migrantes, esforzándose por salvar vidas en la frontera. Su trabajo se vuelve aún más crucial en medio de la creciente controversia y las acciones de las milicias.
La situación en la frontera México-EU es compleja y tensa, con milicias armadas que buscan ejercer su propia autoridad y grupos humanitarios que luchan por proporcionar asistencia a los migrantes vulnerables.
Esta problemática plantea preguntas urgentes sobre la seguridad de los niños migrantes y el impacto de las acciones de estas milicias en la política migratoria estadounidense.
Fuente: El Imparcial