Las autoridades de la república rusa de Daguestán retiraron el nombre de Yelena Isinbayeva de un estadio de atletismo después de que la doble campeona olímpica de salto con garrocha se pronunciara a favor de la paz en Ucrania.
En las imágenes divulgadas por la agencia oficial RIA Nóvosti se puede ver cómo un operario retira las letras de la fachada del edificio en la capital daguestaní, Majachkalá.
Isinbáyeva, de 41 años, nació en la ciudad de Volgogrado de madre rusa, pero de padre originario de Daguestán, región bañada por el mar Caspio.
El Gobierno daguestaní adoptó la decisión después de que el jefe de la república, Serguéi Mélikov, propusiera devolver al estadio su nombre original “Trud” (Trabajo).
“Y en honor a Isinbáyeva que nombren a algún pabellón en España”, aseguró el general de carrera hace una semanas en su canal de Telegram, en alusión al actual lugar de residencia de la atleta.
La polémica con Isinbáyeva surgió cuando la conocida como “zarina de la pértiga” anunció en las redes sociales que en septiembre reanudaría su trabajo en el Comité Olímpico Internacional (COI).
Isinbáyeva, que fue apoderada electoral del presidente, Vladímir Putin, aseguró que el rango de mayor que recibió en 2015 al militar en el CSKA, el club del Ejército ruso, es “puramente nominal” y recordó que “nunca” sirvió en las Fuerzas Armadas ni ejerció como diputada ni perteneció al partido del Kremlin.
Por pertenecer al CSKA, el COI suspendió provisionalmente su participación en las actividades de dicho organismo, aunque su comité de ética concluyó finalmente que podrá continuar su labor, ya que la rusa ni tenía un contrato con el Ejército ni apoyó la campaña militar en Ucrania.
“Soy una persona de paz. Siempre lo fui y siempre lo seré. Siempre he creído y creeré en lo mejor de cada persona”, aseguró Isinbáyeva, que recibió en su momento una medalla de manos del actual ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
Estas declaraciones le han granjeado fuertes críticas en Rusia, donde le acusan de vender su patria por un puesto en el COI y sus propiedades inmobiliarias en España.
De hecho, el Frente Popular de Toda Rusia, la plataforma electoral de Putin, expulsó durante una votación extraordinaria a la atleta supuestamente por no participar en el trabajo de la organización.
La crítica más dura provino del ministro de Deportes, Oleg Matitsin, quien consideró “inaceptable” despreciar tanto un rango militar como “los eventos en marcha en su país natal”.
Con todo, miembros del Gobierno y el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, salió en su defensa, llamó a los rusos a no precipitarse en sus juicios y quitó hierro al hecho de que la atleta resida en el extranjero, concretamente en España, donde tendría tres propiedades inmobiliarias.
“Ella no condenó nada ni criticó a nadie. En su honor cuantas veces sonó nuestro himno y se izó nuestra bandera. Eso hay que recordarlo”, señaló.
La saltadora se colgó el oro en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y Beijing (2008), y el bronce en Londres (2012), y fue campeona mundial en cuatro ocasiones en pista cubierta y en tres al aire libre.
Los 5.06 metros que la rusa saltó en 2009 siguen siendo el récord mundial de la disciplina al aire libre.