El presidente de Francia viajó este viernes a Annecy para visitar a las familias traumatizadas por el apuñalamiento de cuatro niños, todos ellos estables tras ser operados de urgencia, mientras los investigadores trabajaban para averiguar los motivos del agresor, un hombre sirio que está detenido.
Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, viajaron juntos al hospital donde están siendo tratados tres de los cuatro menores que el jueves sufrieron heridas de arma blanca que pusieron en peligro su vida en un ataque todavía sin explicación ocurrido dentro y en las inmediaciones de un parque infantil de la ciudad alpina.
Dos de los menores siguen en estado crítico, apuntó el vocero del gobierno, Olivier Veran, que es médico de formación.
La mayoría de los pequeños fueron trasladados de urgencia a un hospital en la ciudad de Grenoble, también en los Alpes, donde Macron y su esposa hicieron su primera parada el viernes. A su llegada al centro, no realizaron declaraciones a la prensa. El cuarto estaba siendo tratado en Ginebra, en la vecina Suiza.
Dos de los niños eran franceses y los otros dos eran turistas, uno británico y otro holandés.
El sospechoso, un ciudadano proveniente de Siria de 31 años con estatus de refugiado en Suecia, sigue detenido. Los psiquiatras están evaluando su estado, apuntó Veran.
La indefensión de las víctimas más jóvenes y la brutalidad del ataque conmocionó a Francia y suscitaron críticas internacionales.
Según las autoridades francesas, al sospechoso se le negó recientemente asilo en el país porque Suecia ya le había concedido la residencia permanente y la condición de refugiado hace una década.
La fiscal Line Bonnet-Mathis indicó que, por el momento, se desconocen los motivos del agresor, pero no parecían estar ligados al terrorismo. El hombre iba armado con una navaja plegable, apuntó.