Los Chapitos, hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, respondieron a las acusaciones en su contra y aseguran que ellos no son productores ni comercializadores de fentanilo, e incluso, dicen ser víctimas de una persecución que los ha convertido en el grupo criminal más peligroso del mundo.
En exclusiva, los hijos de quien fuera uno de los capos más buscados por Estados Unidos—país que ha señalado a su organización como el cártel más poderoso, rico, letal y despiadada—enviaron a MILENIO, una carta en la que respondieron a las acusaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
El abogado de Joaquín El Chapo Guzmán, José Refugio Rodríguez, envió una carta a la producción de Azucena a las 10, en la que dio a conocer que el grupo criminal conocido como Los Chapitos se deslinda de la producción y comercialización del fentanilo que llega a las calles de Estados Unidos y se dicen víctimas de una campaña de persecución que los ha convertido en el grupo criminal más peligroso del mundo.
“Los Chapitos, jamás hemos producido, maquilado o comercializado fentanilo ni ninguno de sus derivados. Somos víctimas de una persecución y nos convirtieron en chivos expiatorios. Esperamos que este escrito llegue a las personas indicadas”, se lee en el documento enviado.
El grupo delictivo sostiene que la acusación de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por su sigla en inglés) sobre que son el grupo delictivo más peligroso del mundo representa algo “sin precedentes” para la familia pues nunca han trabajado con el fentanilo, pero aseguran que sí hay grupos dedicados a trabajar con dicho estupefaciente.
“En Sinaloa sí abundan quienes lo trabajan. Es por eso por lo que hay incautaciones, las cuales tienen nombre y apellido, investiguen. Basta con que manden un solo agente al estado, para que realmente sepan que pasa en Sinaloa. Es fácil saber quiénes realmente son los dueños de todos esos decomisos. Nosotros jamás hemos establecido, a sabiendas, relaciones con personas que trafican fentanilo”.
La misiva comienza asegurando que los hijos de El Chapo no son la cabeza del cártel de Sinaloa ni están interesados en serlo, pero lo que sí existe “es un sinnúmero de grupos pequeños y grandes que tienen su base de operaciones en el estado o son integrados por personas de Sinaloa y operan en otras partes del país o incluso en otras partes del mundo. Estos grupos operan de manera totalmente independiente a los demás y no nos rinden cuentas a nosotros, ni se las solicitamos”.
“Sostienen que la manera de operar de estos grupos independientes se basa “en usar el nombre de nuestro padre o en casos más recientes el nombre de nosotros, Los Chapitos, como nos han denominado, para poder trabajar con total impunidad, les hacen creer a sus proveedores y a sus clientes que son nuestros socios o intermediarios para tener una mejor negociación.
“Incluso los grupos dedicados a la producción de fentanilo usan el nombre de Los Chapitos para no tener problemas con las autoridades: “nos involucran a nosotros para obtener beneficios sin contar con alguna foto, grabación o video, se basan solo en dichos, no hechos. Es fácil cuando la persona a la que culpas no tiene derecho de réplica”.
Los herederos de Joaquín Guzmán Loera sostienen que el uso de su marca representa un peligro para su familia, aunque las personas que trabajan a sus espaldas se benefician económicamente.
“Los beneficios son incalculables para las personas y empresas que hoy en día usan nuestro nombre y apellido. Sin embargo, los perjudicados somos nosotros. En cada corrido que se escucha, en cada producto que se vende, cada nota amarillista que sale en medios y redes sociales, cada Youtuber que entrevista a ‘expertos’, nuestro nombre sale más y más afectado. Una mentira contada mil veces termina convirtiéndose en verdad”.
“Nuestro enfoque hacia ese tipo de acciones siempre ha sido la prudencia. No habíamos sentido la necesidad, ni creíamos prudente contar nuestra versión. Creíamos que callados y sin molestar a nadie disminuirían las consecuencias de la cuna en que nacimos.
“Velaremos siempre por nuestra integridad y la de nuestra familia. No elegimos estar donde estamos. Nadie puede elegir su cuna. Quisimos elegir una vida distinta con buenos estudios, lo cual nos fue negado en su tiempo a causa de la cacería hacia nuestro padre”.
Los hijos de El Chapo Guzmán sostienen que la finalidad de esta misiva es que tanto las autoridades y medios de información investiguen quiénes son esos grupos que trafican el fentanilo hacia Estados Unidos.
“No buscamos que el destinatario crea nuestra versión así sin más. Al contrario, queremos que se cuestione nuestra versión. Invitamos a cualquier medio de comunicación o agencia gubernamental nacional o internacional interesada, a investigar a fondo el tema del fentanilo en Sinaloa y en México. ¿Quién lo produce?, ¿Dónde consiguen los precursores?, y ¿cómo lo hacen llegar a la Unión Americana?
En el entorno nacional, Los Chapitos aseguran que nunca han estado interesados en expandirse más allá de Sinaloa, por lo que las versiones de que operan en distintas entidades federativas son falsas y rechazan que estén en guerra con Los Zetas.
“Jamás nos involucramos en guerra o diferencia alguna contra el grupo denominado Los Zetas, por lo que no pueden decir que hayamos participado en homicidio contra sus integrantes. Tampoco, jamás, hemos tenido interés de “dominar” Chihuahua, Coahuila, Michoacán ni otros Estados que menciona. Si lo anterior, alguien, cualquier persona, se lo dice o lo dijo a alguna autoridad, sea nacional o estadounidense, está mintiendo”.