Fuente: Debate

En la última semana, unas 300 mujeres migrantes de nacionalidad venezolana han sido recibidas en el albergue San Juan Bosco, en su gran mayoría expulsadas por autoridades migratorias de Estados Unidos por la garita de la frontera de Nogales, Arizona.

Las féminas se han trasladado al albergue para migranes San Juan Bosco de la ciudad fronteriza de Nogales, Sonora, por personal del Instituto Nacional de Migración (INM), reportaron medios de comunicación locales.

El director del refugio temporal, Juan Francisco Loureiro Esquer, explicó que desde el sábado 15 hasta el 21 de abril por la noche, comenzó la expulsión masiva de estas mujeres.

Todas llegaron angustiadas, con miedo e incertidumbre por su situación, toda vez que las separaron de sus familias cuando se entregaron voluntariamente en Ciudad Juárez Chihuahua, hace varias semanas pero fueron detenidas y deportadas por Migración de Estados Unidos, manifestó.

Como a las 22:30 horas del viernes pasado, especificó, fueron recibidas las últimas de ellas -alrededor de 40- y actualmente el albergue se encuentra por encima de su máxima capacidad de atención que es de 130 personas.

“Las tenían incomunicadas, según sus testimonios, y lo único que quieren es reunirse nuevamente con ellos a la brevedad. Los separaron y deportaron por diversas fronteras unos por Tijuana, otros Mexicali y otros en Tamaulipas”, dijo.

Refirió que ellas coincidieron que recibieron un trato muy indigno y humillante de las autoridades migratorias estadounidenses.

Por su parte, el cónsul de México en Nogales, Arizona, Marcos Moreno Báez, explicó que las deportaciones de migrantes, incluidos de nacionalidad mexicana, se están llevando de forma coordinada entre instancias de ambos países para evitar saturación en las fronteras.

Mencionó que las deportaciones se están efectuando bajo estrictos protocolos, apegados a derechos humanos por parte del de la Patrulla Fronteriza que es la autorizada para canalizar a todos los migrantes.

Por su parte, el Consulado coordinar estos esfuerzos junto con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) y el Gobierno de Sonora.