“No quiero morir sin encontrar a mis hijos, le han puesto precio a mi cabeza ofrecen 50 mil pesos por matarme. Tengo un botón de pánico que no nos protege necesito seguridad permanente”, manifestó Cecilia Patricia Flores Armenta, fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, quien acudió a la Fiscalía General de la República (FGR) a presentar una denuncia.

Ceci, como le dicen de cariño, manifestó que tienen muchas pruebas de quienes las están amenazando, “nos llegó información de un penal de Hermosillo que me iban a matar“.

A las afueras de la FGR simuló portar un cheque donde se ofrece una cantidad de 50 mil pesos para pagar a un “sicario”. En lo que va de este año, se han registrado cinco casos de madres buscadoras asesinadas.

“Seguiré alzando la voz hasta ser escuchada y espero que no alce la voz tan fuerte y pise unas piezas tan sensibles y que acaben con mi vida”, expresó Ceci acompañada de integrantes de la familia LeBaron y activistas.

Enfatizó que las autoridades no han hecho nada y que no le pueden dar protección permanente porque no quiere dejar de buscar, “esa fue la orden de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López… que tengo que dejar de buscar y que ellos no pueden participar en la búsqueda”.

Calificó como lamentable vivir esta situación y expresó que tiene que permanecer en el monte porque ahí tienen seguridad.

Reiteró que está cansada de luchar, pero no se puede rendir porque tiene dos hijos que tienen que regresar a casa y miles de madres confían plenamente en ella para que sus hijos puedan ser localizados.

Marco Antonio, uno de sus dos hijos desapareció en Bahía de Kino, Sonora, el 4 de mayo de 2019. También tiene extraviado a su hijo Alejandro desaparecido en Los Mochis, Sinaloa en octubre de 2015.