El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ganó el pasado martes un tercer mandato, derrotando en las elecciones intermedias a su rival demócrata, el excongresista estadounidense Beto O’Rourke.
Abbott celebró su reelección en un evento en Valle del Río Grande, en donde dijo a sus simpatizantes que continuará el proceso para que los cárteles de drogas mexicanos sean declarados como terroristas, además de llamarlos a insistir en que se reinstaure la política “Quédate en México” y que el gobierno mexicano construya el muro fronterizo en caso de que los republicanos se hagan con el control del Congreso.
El gobernador reelecto dijo a sus simpatizantes que “luchará” frente a la guerra contra la producción de petróleo y gas que promueve Joe Biden, y afirmó que impulsará a Texas para que se mantenga como el primer productor estos energéticos en el país.
En el evento, que cerró con canciones de mariachi, el texano aseguró que reforzará la seguridad de la frontera con México en beneficio de los granjeros y ganaderos de la zona.
Abbott, quien fue respaldado por el expresidente Donald Trump, defendió políticas cada vez más conservadoras en su segundo mandato, incluida la oposición a los mandatos de vacunas y cubrebocas contra la Covid-19.
También firmó la prohibición del aborto más restrictiva de todos los estados de Estados Unidos y ha transportado en autobús a miles de migrantes a partes del país controladas por los demócratas desde abril.
El gobierno mexicano encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el de Greg Abbott han tenido desencuentros este año en materia migratoria y de seguridad.
El republicano se perfila como posible aspirante presidencial en 2024, así como su compañero de partido, Ron DeSantis quien también ganó la reelección gubernamental en Florida.