En la mayoría de los casos recientemente reunificados, según Brané, los padres fueron deportados mientras los niños permanecieron en Estados Unidos. Ahora, los padres tienen la oportunidad de venir a Estados Unidos en viajes pagados, traer a otros miembros de su familia que dependen de ellos, y vivir y trabajar en Estados Unidos legalmente durante tres años.
Los abogados de las familias han abogado por un estatus legal permanente en nombre de las familias separadas, pero hasta ahora el Gobierno de Biden no ha aceptado esa disposición
Brané dijo que la reunificación también incluye servicios de salud mental para las familias, tanto antes como después de la reunificación. Dijo que muchas de las familias han sufrido profundos problemas de salud mental después de su separación y a menudo se necesita asesoramiento antes de la reunificación.
“No se quiere arrojar a los niños a un entorno con un padre que puede no haber visto en cinco años”, indicó Brané.
El presidente, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva poco después de asumir el cargo por la que se establecía un grupo de trabajo para encontrar y reunir a las familias separadas, y el grupo de trabajo comenzó a reunificar a las familias en mayo de 2021. Anteriormente, otras familias se reunieron por su cuenta o con la ayuda de abogados.
Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) que representa a las familias separadas en una demanda colectiva, dijo: “Estamos emocionados por los cientos de niños que finalmente estarán con sus padres después de todos estos años, pero no estamos ni siquiera a mitad de camino para reunir a todas las familias que siguen separadas por la administración Trump”.
“Y de hecho, todavía no hemos localizado a casi 200 familias. Creo que el Gobierno de Biden estaría de acuerdo en que aún queda mucho trabajo por hacer”, añadió.