Dice Gerardo Martino que no hay que preocuparse. Guillermo Ochoa señala que esto es cuestión de tiempo. Y Yon de Luisa prefiere no hablar del tema. Pero la realidad es que los últimos resultados de la Selección Mexicana, ante los que valen, no auguran que en Qatar le vaya bien. Aunque la esperanza muere al último, la frialdad de los números hacen que ser optimista sea muy complicado.
De los últimos ocho juegos de México frente a equipos que han clasificado al Mundial, se acumulan tres empates y cinco derrotas. Ninguna victoria. Mas no hay que asustarse, según dijo Ochoa, después del juego de anteayer contra Ecuador: “La preparación tiene planificada este tipo partidos. A lo mejor no les agrada por resultados o accionar de juego, pero es parte de irle sumando cosas a lo que venimos haciendo”.
El Tricolor, en este recuento de rivales mundialistas, ha mordido el polvo ante Canadá y Estados Unidos en dos ocasiones, tres dentro de la eliminatoria hacia Qatar. Y la última fue la goleada ante Uruguay, que prendió las alarmas. Los empates tampoco son para presumir, ya que fueron dos en el Estadio Azteca ante los estadounidenses y canadienses, y el del domingo ante Ecuador en Chicago.
Martino no está preocupado por eso. “Preocupado estaba cuando perdimos con Estados Unidos y Canadá en noviembre del año pasado; ahora tratamos de jugar bien”, dijo el técnico nacional. La Selección Mexicana tiene, de cara al Mundial de Qatar, por lo menos seis juegos, de los cuales más de la mitad seguramente será ante rivales que también participarán en la Copa del Mundo asiática.
Si siguen los malos resultados, la moral estará en los suelos, pero hay esperanza de que al final todo esto cambie, cuando el silbatazo inicial del juego ante Polonia suene. Hay que ser optimista, a pesar del pesimismo.