Fuente: Marca Claro
Boston Celtics. Golden State Warriors. Solo dos equipos siguen en pie en busca de ser los sucesores de los Bucks en el trono del básquetbol de la NBA.
Todo inicia el jueves, en una serie que, según los momios, es la más pareja desde las Finales de 2014, la repetición entre Spurs y Heat, y hay cinco preguntas clave que podrían definir el título de la NBA.
¿Robert Williams y Marcus Smart estarán lo suficientemente sanos?
Boston fue la mejor defensiva de la temporada regular. En los Playoffs, hicieron sudar sangre a Kevin Durant, Kyrie Irving y Giannis Antetokoumpo, lo mismo que a los jugadores del Heat no llamados Jimmy Butler. Son un muro en defensiva en la media cancha y su esquema, que cambia pantallas más que nadie, es la receta para limitar a los Warriors. Así remontaron los Cavs el 1-3 en 2016, Oklahoma City les llevó al límite en la final de conferencia previa y Toronto les ganó, aunque las lesiones influyeron bastante. El problema es que dos titulares no están cerca del cien.
Marcus Smart ya se perdió par de partidos de Playoffs por diversas dolencias. Le necesitan para perseguir a Curry por el laberinto de pantallas y desgastarlo con su físico. Derrick White y Payton Pritchard son las alternativas y pierden varios pasos en defensa.
Robert Williams no ha sido el mismo desde su lesión de meniscos. Es el protector de la pintura y no luce como pez fuera del agua intercambiando marcas en el perímetro, pero la rodilla le ha afectado. Lo necesitan en defensa y para atacar los tableros en ambos lados, cual Tristan Thompson en 2016. Si ‘Time Lord’ luce mejor, podría llevar a Steve Kerr a dejar la nueva iteración del Death Lineup y tener a un pívot, Looney, más minutos en cancha y eso les quita pegada en ofensiva. Si no lo está, podría tener que jugar más minutos Grant Williams, quien no protege el aro de esa manera y tampoco es una amenaza cortando al aro en ataque.
Una buena noticia: Boston llevaba tres semanas jugando un día sí y uno no. En las Finales, solo entre el 3 y el 4 hay un día nada más de pausa.
¿Puede Boston ejecutar a la ofensiva en los minutos finales?
Los Celtics estuvieron a unos milímetros de firmar un colapso histórico ante el Heat. En los últimos 3:30 del Juego 7, Boston solo anotó cuatro puntos, todos de la línea de libres, y casi dejan ir una ventaja de 13 si Jimmy Butler encesta ese triple con menos de 20 segundos por jugar.
Simplemente dejaron de jugar. Comenzaban muy tarde sus posesiones y, por alguna razón, el único que tiró en ese lapso fue Marcus Smart, que con el reloj encima falló todos.
Lo peor para Boston es que no fue mal de un día. Les pasó en el Juego 5 ante los Bucks y en el sexto ante Miami tras irse arriba finalmente por tres puntos. Un problema más es que los Warriors no permiten remontadas: están 8-0 llegando con ventaja a los últimos 12 minutos
En situaciones ‘Clutch‘ (diferencia de 5 puntos con menos de 5 minutos por jugar), Boston ha anotado 94.7 puntos por 100 posesiones, años luz de los Warriors (121.5) y una cifra que sería, por mucho, la peor ofensiva de toda la NBA en temporada regular (Houston, 108.1) y en situaciones Clutch fue Indiana con 94.3. Ambos mejor que Boston.
Boston no puede permitir que Jaylen Brown y, sobre todo, Jayson Tatum no aparezcan en la recta final. Golden State quiere que Smart tenga el balón y, por definición, no debes de hacer lo que el rival quiere que hagas.
¿Quién puede limitar las pérdidas de balón?
Los Warriors, en concreto Curry, han sido señalados en Playoffs pasados por no cuidar el balón (en sus primeros 13 juegos en las Finales, nunca bajó de tres pérdidas; después tuvo partidos de 8 y ante Toronto en 2019, solo uno no cometió una tercia de pérdidas). Dallas no le sacó mayor provecho, pero los Grizzlies sin Morant los llevaron a seis partidos al correr ante esos descuidos. Los números lo indican: permiten 21 puntos producto de pérdidas en sus derrotas, no más de 14 en las victorias.
Boston es todavía peor en ese sentido.
Jayson Tatum y Jaylen Brown son todavía peores: llevan más de 130 combinados (77 y 54, 7.2 por partido). Eso puede ser fatal ante unos Warriors que tienen esas rachas letales en que su defensiva alimenta a la ofensiva durante par de minutos y vuelven al partido o sacan al rival del partido.
La diferencia de Boston es clara estos Playoffs: en los triunfos han promediado 12.8 pérdidas, en las derrotas 16.3. Los Celtics, asumiendo que están recuperados en salud, son históricamente difíciles de anotar en media cancha (86.8 puntos por 100 posesiones, 9.1 puntos menos que el promedio, una cifra nunca antes vista), pero las pérdidas les impide plantarse, dan puntos fáciles al rival y ahí podría estar la diferencia en las Finales.
¿Qué actores secundarios anotarán los triples que dejen abiertos por diseño?
En los Playoffs, los equipos no tienen escrúpulos a la hora de atacar a los malos defensores o ignorar a los jugadores menos virtuosos en ofensiva. Boston y Golden State lo predican y lo parecen. Curry es puesto en constantes situaciones de pick n roll y Draymond no es respetado lejos de la pintura, mientras que Pritchard o White son foco de la ofensiva rival cuando entran, y jugadores como Grant Williams, Daniel Theis, Al Horford o el mismo Marcus Smart son invitados a tirar.
Dallas no pudo hacer pagar del todo a los Warriors en las Finales del Oeste. En triples ‘abiertos’ (el rival más cercano entre 4 y 6 pies de distancia), tiraron 32.94%. Bertans, Kleber, Finney-Smith y hasta Doncic no aprovecharon esos disparos abiertos, todos encestando menos del 30%. Boston no puede permitirse eso a la ofensiva.
En defensa, los Celtics todo el año han dejado tiradores libres. Klay y Steph se llevarán la atención, lo mismo que Poole. Será responsabilidad del resto (Wiggins, Draymond, Moody, Lee, Kuminga, Porter Jr., Gary Payton II y Andre Iguodala) hacerles pagar.
Jayson Tatum contra un puñado de defensivos de los Warriors
Estos Playoffs fueron la confirmación de Luka Doncic y Jayson Tatum. Golden State ya dio cuenta del esloveno y ahora van por el alero de los Celtics, con todavía más ingredientes para la fórmula defensiva.
Ya mencionamos que los Warriors fueron la segunda mejor defensiva de la liga, pero cayeron cuando se lesionó Draymond Green. Eran los mejores hasta el 10 de enero (101.9 puntos por 100 posesiones), pero en los 30 partidos siguientes, con Green de baja, cayeron a 111.1 (#11). Volvió y su presencia se nota.
Andrew Wiggins fue el principal defensor de Luka en la final del Oeste y apunta a ser el que reciba la asignatura Tatum, pero no será el único. Draymond podría tener algunas posesiones, aunque suele estar lejos del balón y ayudar. Y llegarían tres refuerzos que salen de la lista de lesionados: Otto Porter Jr., Gary Payton II y Andre Iguodala. Klay y hasta Kuminga también podrían tener ese duelo.
Son más que suficientes opciones para intentar detener a un jugador que ya ganó un duelo 1 a 1 a Kevin Durant y que también pudo con Giannis Antetokounmpo. Fortaleza en números es uno de los slogans de la era dorada de Golden State y aquí se puede materializar para contener al jugador clave del ataque de Boston. Cuando Tatum tira arriba de 42%, van 10-2 en los Playoffs; cuando no, 2-4, incluyendo dos ‘desapariciones’ de solo 10 puntos que terminaron en revés. Tatum no puede permitirse eso.