La periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, una de las estrellas de la cadena Al Jazeera, murió por disparos de bala ayer cuando cubría una incursión del ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada.
El canal indicó que la reportera, una palestina cristiana de 51 años, fue asesinada “deliberadamente” y “a sangre fría” por las fuerzas israelíes.
El primer ministro de ese país, Naftali Bennett, afirmó que “probablemente” murió por disparos palestinos.
Un fotógrafo de AFP en el lugar confirmó que Abu Akleh vestía chaleco de prensa cuando recibió los disparos.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo sentirse “horrorizado por el asesinato de Shireen Abu Akleh”. Pidió “a las autoridades competentes llevar a cabo una investigación transparente” sobre los hechos y “garantizar que los responsables rindan cuentas”, en un comunicado emitido por su portavoz Farhan Haq.