El segundo informe forense realizado al cuerpo de Debanhi Escobar reveló que la joven, de 18 años, fue asesinada y sufrió violencia sexual antes de morir. El análisis solicitado por la familia fue revelado por el diario español El País.
El texto, escrito por la periodista Elena Reina, retoma el dictamen que revisó la primera necropsia oficial y logra descartar que Debanhi haya muerto por accidente, como sugirió la Fiscalía de Nuevo León.
El fiscal de Nuevo León, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, confirmó el 22 de abril que la causa de la muerte de Debanhi Susana Escobar fue un contusión profunda de cráneo.
Ahora, 20 días después de la conferencia en que las autoridades estatales dieron a conocer la supuesta causa de muerte de la joven mujer, la segunda necropsia confirma que Debanhi habría sido golpeada con un “agente contundente” en la cabeza y murió antes de llegar a la cisterna.
El informe concluyó que se trató “de una muerte violenta homicida” y que el cuerpo presentaba “huellas de una relación sexual violenta“.
Mario Escobar, padre de Debanhi solicitó la segunda autopsia el 25 de abril y se la entregó a las autoridades. A principios de mayo recalcó la importancia de esclarecer el feminicidio de su hija y aseguró que su hija no cayó sola a la cisterna donde fue hallada.
El segundo informe forense analizó las imágenes de la exploración médica del cuerpo, las pruebas diagnósticas y las conclusiones del primer dictamen.
En la primera autopsia no se dio a conocer que la joven vivió violencia sexual antes de morir. “Esto se deduce por haber encontrado equimosis violáceas y hematomas en la zona exterior de los genitales”, detalló el informe.
Además, se concluye que Debanhi murió antes de que su cuerpo fuera introducido a la cisterna. Sin embargo, sí coincidió con la primera autopsia en la que se dio a conocer que la causa de la muerte se dio por fuertes golpes en la cabeza.
Se sabe que la lesión más grave que vivió la joven, y que le provocó la muerte, fue un impacto en la región frontal derecha del cráneo. El segundo informe muestra que el cuerpo presentaba más lesiones en la cabeza: “Equimosis violáceas en ambos lados de la región frontal del cráneo, en párpados derechos e izquierdos, en el lado izquierdo de la nariz, en ambos labios, arriba de la oreja derecha y la región retroauricular derecha”, detalla.
“Las contusiones craneofaciales son de origen externo al cuerpo y por ser intensas, repetidas y con diferentes ángulos de impacto, se deduce que fueron causadas por otra persona y que se trata de una muerte violenta homicida”, determinó el forense.
Este informe, a diferencia del primero, precisó que los golpes perpetrados contra Debanhi se hicieron con un “agente mecánico contundente” y no con un arma filosa.
El cuerpo de la joven debió permanecer en una línea de flotación, boca abajo, porque la parte posterior de se notaba “obscura y deshidratada”, a diferencia de la parte frontal. Sin embargo, no se encontraron “líquidos en el interior de la tráquea y de los bronquios”, con lo que se concluyó que murió antes de llegar a la cisterna.
Al no observarse lesiones en la zona del cuello, carótidas, ni en el hueso hioides se descartó que la muerte haya sido producto de la asfixia o estrangulamiento. Tampoco se dio por sofocación al no haber “compresión toracoabdominal, ni de enterramiento, ni de confinamiento”.