Un gran jurado federal de Estados Unidos ha acusado de ataque terrorista en un sistema de transporte público a Frank James, quien es considerado como el principal sospechoso del tiroteo de comienzos de abril en una estación del Metro de Nueva York, según reportaron medios locales.
James, de 62 años, fue acusado también del delito de descargar un arma de fuego durante un crimen violento por los 33 disparos que realizó en un vagón del subterráneo el 12 de abril.
Si el sospechoso es condenado por el cargo más grave, el de ataque terrorista, enfrentará la cadena perpetua, mientras que el otro cargo acarrea una pena máxima cadena perpetua y mínima de diez años.
El atacante lanzó dos bombas de humo y comenzó a disparar indiscriminadamente contra los ocupantes de un vagón de metro que pasaba por Brooklyn durante la hora punta de viajes al trabajo por la mañana.
No hubo fallecidos, pero diez personas sufrieron heridas de bala y otras trece tuvieron que ser atendidas por distintas lesiones o intoxicaciones provocadas durante el suceso, que sembró el caos y paralizó el sistema de metro en la ciudad.
James fue arrestado un día después del ataque y permanece bajo custodia policial desde entonces, después de una corta audiencia ante el juez en la que se le denegó la libertad bajo fianza.
Según ABC News, un abogado que representaba a James en el momento de su arresto, pidió que evitar un juzgamiento antes del proceso, asegurando que el sujeto alertó dio aviso a la policía del lugar en el que estaba.
El hombre fue arrestado en el East Village de Manhattan, luego de comunicar que estaba en un restaurante de comida rápida en la ciudada neoyorquina.
Se desconocen sus motivos, pero el acusado tenía un canal de YouTube en el que difundía teorías conspirativas y de odio racial, y había sido arrestado en nueve ocasiones en Nueva York entre 1992 y 1998 y otras tres veces en la vecina Nueva Jersey.