Adria Rodríguez, mejor conocida como María Gallo en el mundo del espectáculo, es originaria de Ciudad Obregón, Sonora y su talento en la danza la ha llevado a formar parte de las pocas mexicanas en el equipo del Cirque du Soleil de Playa del Carmen, Cancún.
Inició su trayectoria en 2004, cuando agarró sus maletas y dejó su tierra natal para vivir en Mazatlán para instalarse en el Centro Municipal de las Artes, CMA, para estudiar la licenciatura en Danza Contemporánea, en el 2008 egresó y ahí emprendió el vuelo.
Ha viajado, agarrando experiencia en Francia, Cuba y España; en el país, ha trabajado en Guadalajara, Puerto Vallarta, un poco en Mazatlán y su último lugar, Playa del Carmen, fue ahí cuando la llamaron para audicionar en el Cirque du Soleil.
“Yo sin expectativas porque no preparé nada y a la semana me hablaron para que me presentara y me ofrecieron el trabajo. Empecé como dance captain y coreógrafa porque ellos vieron mi perfil, soy docente y esa parte les interesaba mucho”, declaró.
Así, después de 8 años, ha pasado del equipo técnico al artístico, siendo una de las pocas, no solo latinoamericanas del equipo, sino mexicanas, quizá, aquellas que se cuentan con una mano y la primera en tener un papel principal en el famoso espectáculo con su papel de Joya en Cirque du Soleil.
Siempre con los pies en la tierra y nunca olvidando de donde viene, es una de las frases que más ha buscado plantearse día tras día, misma que ha tratado de enseñarle a las nuevas generaciones, quienes ven en ella un apoyo y un ejemplo de que los sueños sí se cumplen.
“No me daba cuenta de lo que se estaba haciendo, pero cuando se está trabajando, estás al pendiente de todo lo que tienes que hacer que se te olvida y hasta que volteas te das cuenta, eso me pasó en la transición de coreógrafa y lo que busco es eso, tratar de hacer eco y dejar huella con lo que hago”, comentó.
Mazatlán, un semillero de talentos
Ella no olvida, ahora que estuvo en Mazatlán, no dudó en visitar a sus maestros, a su escuela, a la que le abrió las puertas para ser quien es, la que hace que ella voltee para atrás solo para recordar y mirar hacia enfrente para reforzar porque está donde está.
Señala que Mazatlán es un semillero de talentos y que la compañía Delfos y el Centro Municipal de Artes de Mazatlán, hace eco por el mundo.
“Sin esa base no podría estar haciendo nada, yo le tengo un respeto al centro municipal, yo soy de Sonora pero aquí siempre me abrieron las puertas, aquí es un semillero importante a nivel nacional que creo que debería darse más importancia”, añadió.
Actualmente, continúa en Cirque du Soleil, pero también busca la labor social y es directora del Festival Mes de la Danza Riviera Maya, que ya cuentan con 6 ediciones y que han llevado la danza a cada rincón de esa zona.