Una posible avalancha migratoria que se avecina para mayo, cuando el gobierno federal elimine la repatriación expedita en la frontera, tiene a albergues de Arizona, activistas y autoridades en estado de alerta y haciendo preparativos para brindar ayuda a una región ya saturada con este flujo, que ahora incluye más ucranianos y cubanos.
“Diariamente, tenemos entre mil a mil 200 migrantes detenidos, y estos son solamente los que procesa la Patrulla Fronteriza, no sabemos cuántos cruzan sin ser detectados”, dice a Efe Douglas Nicholls, alcalde de la ciudad de Yuma (Arizona). “El cruce de migrantes no ha cesado”, agrega.
El mandatario local teme una multiplicación de esa cifra una vez finalice el próximo 23 de mayo la aplicación del Título 42, puesto en marcha en marzo de 2020 para detener el flujo migratorio, argumentando los riesgos de la pandemia de la Covid-19.
“Mi más grande preocupación no es la gente que cruce la frontera, sino qué pasará con ellos después, cuando tengan que transportarlos a otras ciudades como Phoenix, se necesitarán muchos recursos”, enfatiza el alcalde, quien en el 2021 declaró estado de emergencia ante el incremento en el cruce de migrantes.
Bajo el Título 42, activado por el expresidente Donald Trump (2017-2021), la Patrulla Fronteriza está autorizada para deportar de forma exprés a migrantes que son arrestados en la frontera.
Organizaciones que operan albergues y centros de ayuda para migrantes en Arizona alistan también una mayor ocupación. En Tucson, el Albergue Casa Alitas está buscando ampliar su capacidad para albergar más migrantes y reclutando a más voluntarios que puedan asistirlos.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), en marzo arrestaron 221 mil 303 migrantes a lo largo de la frontera con México. Un incremento del 34% se si compara con mes anterior y una de las cifras más altas en las últimas dos décadas.
En el Sector de Yuma los arrestos de migrantes se incrementaron en marzo en 150 % comparado con ese mismo mes de 2021, mientras que en el Sector Tucson, el cual cubre el 90 % de la frontera de Arizona, el alza fue del 37 %.
El alcalde Nicholls teme que las detenciones se incrementen de igual forma en el Sector Tucson lo que provocará una saturación que obligará a que cientos de migrantes sean simplemente liberados en las calles de las comunidades fronterizas.
“Estamos trabajando con organizaciones sin fines de lucro para ver de qué manera se va a enfrentar esta nueva posible crisis migratoria”, señala.
Indica que la próxima semana visitará Washington donde se reunirá con representantes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) para exponerles sus preocupaciones.
Estará solicitando fondos adicionales para enfrentar el incremento de migrantes, pero especialmente una participación mayor por parte del gobierno federal en el albergue y transporte hasta el destino final de estas personas. Señala que es injusto que este trabajo lo tengan que hacer las comunidades fronterizas.