El pasado 26 de marzo, fue el tercer día del Encuentro de Movimientos Sociales en Sonora, en el que participó el colectivo Madres Buscadoras de Sonora una agrupación creada en 2019 y que hoy cuenta con casi dos mil mujeres que buscan a sus familias. Durante la reunión las buscadoras narraron su experiencia sobre las desapariciones de sus familiares y denunciaron la indiferencia que existe por parte del Estado, a la par llamaron a apoyar a las niñas y niños que han quedado en calidad de huérfanos luego de que sus padres desaparecieron.
“Estar con unos niños que te cuestionan y te preguntan, cuándo va a volver su papá, porqué su papá los abandonó o se fue con otra mujer, porque su papá ya no les compra regalos en Navidad, o no les llama, es muy doloroso para mi, y para todas las mamás que sufren esto, para todas esas abuelas que se quedaron con sus nietos porque se llevaron al padre, a la madre o ambos” dijo Cecy Flores con su voz hecha un hilo.
Cecy es presidenta y fundadora del grupo, una madre que un día se vio buscando a sus tres hijos. Logró recuperar a uno con vida, de los otros dos no hay rastro. Desde entonces se ha dedicado a ayudar a otras familias que como ella, continúan investigando para dar con el paradero de los que les fueron arrebatados.
“A los hijos de los desaparecidos no los ayuda nadie, jamás he escuchado a una autoridad que se preocupe por ayudar a los huérfanos, a pesar de que lo hemos pedido, hay niños que no tiene ni que come. Nosotras buscamos peso por peso para donarles a las mamás que se quedaron con los hijos de sus hijos” los niños, como narró Cecy, no cuentan con ningún recurso.
Si bien no existe un número que especifique cuantos niños y niñas hay bajo estas circunstancias, se conoce que en México, el crimen organizado en diferentes modalidades, ha dejado huérfanos a más de 30 mil infantes, de acuerdo con los datos proporcionados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en 2019.
“Espero que no miren a los niños como miran a los padres, como si no existieran” atajó. Asimismo, el grupo de búsqueda aseguro que dentro de su colectivo, hay muchas niñas y niños que han perdido a sus padres y que esto se replica en todo todos los estados en los que hay desaparecidos. Estos niños viven no solo la ausencia de sus figuras paternas sino también la desintegración familiar y el escenario en el que vive:
“Recuerdo el caso de una compañera, al que su hijo le preguntaba si estaba en el monte buscando a su papito, ¿Cómo es que la niñez de un pequeño se ve cambiada? en lugar de estar disfrutando los carritos, los juegos, se la lleva preguntando por su papá” comentan las integrantes del colectivo.
La crisis forense, un tema más de la agenda
“Es lamentable para nosotras encontrar a nuestros desaparecidos en solamente un puño de huesos pensar que ese puño de huesos era tu hijo te destroza”, narró Cecy.
“Se nos acaba la vida lentamente en la espera de que las autoridades hagan una prueba genética lo más pronto posible, que nos haga llegar a ellos, (…) creo que todo lo que he hecho es con la esperanza de encontrar a mi hijo con vida, porque creo que merezco darle a mi hijo un último adiós, un último beso un último te amo”
Aún con ello, Cecy dijo frente al micrófono que lo único que quiere es encontrar a su hijo: “Como este, aunque este en un puño de huesos como los que hemos encontrado, como lo están cuerpos calcinados, yo quiero encontrar a mi hijo y no tengo el apoyo”.
Es por ello que la madres han exigido a las autoridades responsabilizarse y brindarles apoyo, “hacemos las labores que a ellos les compete”, denuncian en reiteradas ocasiones. El 23 de marzo no fue la excepción, e hicieron hincapié en la urgencia de aplicar pruebas de ADN en ya 803 cuerpos hallados en fosas comunes, puesto que sin su identificación, no hay forma de que sean localizados por sus familias.
“En camino me encontrado a muchos Marco Antonios, a muchas madres muertas en vida que como yo, que siguen buscando a sus hijos”, narró Cecy, contando como ha sido el trayecto desde que se llevaron a su segundo hijo, meses después de la desaparición del primero.
Cabe agregar que en 2021, el sub secretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, reconoció que en México se vive una crisis forense y que hasta ese momento había 52 mil cuerpos sin identificar en las fosas comunes del país.
Es por ello que múltiples ONGs y colectivos de búsqueda han hecho llamados a familiares a que se sumen a contribuir a las bases de datos de ADN del Banco Nacional de Datos.
por otro lado, Liliana López, otra integrante del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, agregó que urge a que se hable de la desaparición forzada como un tema que debe importar a toda la sociedad.
Su hermano fue víctima de este delito, su madre murió esperando hallar pistas de su rastro, Liliana heredó la labor de búsqueda bajo la promesa de encontrarlo . “En Sonora tenemos 833 fosas comunes. Esas estadísticas sólo son del 2019 al 2021″, señaló Liliana.
Y es que hasta el día de hoy, de acuerdo con sus registro, llevan más de 900 personas encontradas en fosas clandestinas y más de 700 localizadas con vida. Cabe agregar que tan solo en 2020, El Gobierno de México informó de la localización de 559 fosas clandestinas en el país, en las que se recuperaron mil 086 cuerpos.
Cabe agregar que además de las implicaciones que tiene la desaparición de un ser querido, las mujeres también han hecho diversas denuncias denuncias sobre la violencia que viven como buscadoras. “La única respuesta que hemos recibido por parte de las autoridades es estar desplazadas”, aseguran.
Yo no quiero ser una estadística mas de las mamás que han muerto buscando a sus hijos, yo quiero seguir de pie, ayudando, aseguró Cecy, quién reiteró que ya no le queda duda de que lo que hacen las madres buscadoras le perjudica al Estado. “No le perjudica a los cárteles, ya no tenemos ni duda, (…) porque los que nos cuestionan son ellos, los que nos critican son ellos, los que nos revictimizan son ellos, y quienes nos han desplazado fueron ellos”.