Aunque muchas personas utilizan el término “ilegal” para referirse a los migrantes con un estatus irregular, la verdad es que la presencia no autorizada en Estados Unidos no es un delito, en la mayoría de los casos.
Pese a que la ley federal de inmigración criminaliza algunas acciones relacionadas con la presencia indocumentada en EE.UU., la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) recuerda que la presencia irregular por sí sola no es una violación de la ley penal federal.
Utilizar el término “illegal alien” (extranjero ilegal) es inexacto o engañoso, pues migrar no es un delito.
Ingresar a EE.UU. sin ser inspeccionado y admitido se clasifica como misdemeanor y puede convertirse en un delito grave, según las circunstancias.
Pero hay que considerar que muchos migrantes indocumentados llegaron al país con visas, pero se quedaron más tiempo o trabajaron sin autorización.
De acuerdo con el Pew Research Center, hasta 2006, aproximadamente el 45% de los migrantes indocumentados llegaron a Estados Unidos con visa.
Para que un migrante indocumentado pueda ser castigado penalmente debe ser expulsado o deportado y reingresar o intentar ingresar sin autorización.
Esto quiere decir que mientras el migrante no tenga una orden de expulsión previa o haya reingresado sin autorización no habrá cometido ningún delito.
Por su parte, la Plataforma para la Cooperación Internacional sobre Migrantes Indocumentados (Picum) recuerda que llamar a los migrantes “ilegales” les niega su humanidad. Pues no existe una persona “ilegal”.
Incluso utilizar este término para referirse a ellos sirve clasificarlos como una categoría de personas que no son merecedoras de derechos.