La presencia de integrantes de milicias y grupos extremistas en la frontera de Arizona con México que llegan con la misión de interceptar y detener indocumentados representa una amenaza para los migrantes y la seguridad nacional de Estados Unidos, informó Southern Poverty Law Center (SPLC, por su sigla en inglés).

Esta es una organización no gubernamental que expuso la actividad nacionalista y extremista en la frontera sur de Estados Unidos, pero en especial en el condado Pima, en Arizona.

El informe de SPLC reveló que los grupos de extremistas apuntan a detener migrantes y acosar a organizaciones. “La situación en la frontera se está volviendo cada vez más peligrosa como resultado de que los miembros de la milicia actúan a veces como agentes del orden”, dijo en una conferencia de Susan Corke, directora del Proyecto de Inteligencia del SPLC.

Estas milicias fueron detectadas a través de una revisión de las redes sociales y las visitas a las comunidades cercanas a la frontera. El SPLC encontró que los grupos de milicianos están tratando de intimidar a los migrantes y ayudar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) en la vigilancia de la frontera y la interceptación de indocumentados.

TEORÍAS DE CONSPIRACIÓN

Aunque los investigadores han reportado este fenómeno por años, SPLC encontró un aumento acosos en 2020. Estos impulsados por teorías de conspiración de extrema derecha populares bajo la administración del expresidente Donald Trump (2017-2021).

Freddy Cruz, analista del SPLC, señaló que muchos de estos milicianos respaldan su presencia en la frontera citando teorías conspirativas como la de QAnon en la que se describe que “muchos de los migrantes trafican con niños, son narcotraficantes y recolectores de órganos”.

“Por supuesto que la trata de personas es un problema enorme, pero muchos de estos grupos están operando bajo la premisa que están salvando a los estadounidenses”, recalcó Cruz.

El SPLC identificó entre los supuestos integrantes de grupos extremistas a cuatro personas acusadas de participar en ataque al Capitolio federal el pasado 6 de enero.

La investigación, cuyos reportes comenzaron a divulgarse en julio pasado, sostiene que estos grupos detienen a los migrantes y llaman a los agentes fronterizos para que los tome en custodia.

Los defensores de los migrantes también acusan a estas personas de dañar las estaciones de agua instaladas por la organización Humane Borders para ayudar a quienes cruzan la frontera a sobrevivir al traicionero viaje por el desierto. También usan estaciones de agua como señuelo en áreas remotas para atraer a los migrantes.

“A veces acechan a algunos de los migrantes que vienen. Pusieron cámaras para verlos en medio de la noche y rastrearlos. A veces invitan a grupos de milicianos de otros estados a unirse a ellos”, explicó Jamila Paksima, presentadora del pódcast del SPLC Sounds Like Hate.

El SPLC ya puso en conocimiento al gobierno del presidente Joe Biden de la situación que describe como preocupante. En una carta enviada por al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, la organización enumera los grupos que existen y las evidencias que se tienen sobre sus acciones.

En la misiva, el SPLC destaca que “a lo largo de nuestra revisión, parece que la Patrulla Fronteriza en el área (del condado Pima) ha estado al tanto de presencia de la milicia desde al menos 2019”.

La ONG aseguró que hay videos donde la Patrulla Fronteriza abraza a las milicias y, en un caso a finales de mayo, un agente incluso se reunió con miembros del grupo Veterans on Patrol (VOP) y elogió sus actividades.

Cruz resaltó que al parecer “muchos de estos agentes han estado al tanto de la situación en la frontera, pero en realidad no se ha hecho nada al respecto”.