El pasado viernes 3 de diciembre se cumplieron 3 años del inicio formal del proceso de venta del avión presidencial que, sin embargo, no ha logrado interesar a ningún comprador.
La aeronave se sigue ofreciendo a través de la empresa Global Jet Mónaco que firmó un contrato en agosto pasado con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), por 28 mil 704 dólares, con el compromiso de que dentro del plazo extendido que vence en marzo de 2022, promocione a nivel internacional el bien hasta lograr su enajenación.
El avión es un Boeing 787-8 Dreamliner adquirido en 2012 por el entonces presidente Felipe Calderón en 218 millones de dólares y utilizado oficialmente entre febrero de 2016 y noviembre de 2018 por Enrique Peña Nieto.
A partir del Acuerdo Específico de Colaboración que firmó en 2019 el Gobierno federal, a través de Banobras, con la UNOPS por un monto de 2.4 millones de dólares que deberán cubrirse en su totalidad a finales de este 2021, el organismo de Naciones Unidas brinda asistencia técnica para, entre otros proyectos del gobierno mexicano, la enajenación del llamado TP-01, que, según lo estipulado, tiene un valor base de 2 mil 286 millones de pesos (unos 117 millones de dólares).
En la galería que acompaña la actual promoción se observa la aeronave sin los escudos de “Poder Ejecutivo”. “Avión Presidencial” y del desaparecido Estado Mayor Presidencial; ni la leyenda “FUERZA AÉREA MEXICANA”, “José María Morelos y Pavón” y la bandera de México. Sólo conserva la franja tricolor.
“Boeing B787-8 Haz una oferta”, se muestra en la pantalla con una imagen elegante de fondo del avión https://globaljet.aero/en/boeing-b787-8
En su periodo de operación oficial, el avión presidencial hizo 122 giras nacionales y 36 giras internacionales, entre marzo de 2016 y noviembre de 2018. 1741 horas de vuelo desde nuevo y 881 ciclos totales.
LOS GASTOS POR TENERLO EN TIERRA
En cuanto a gastos por mantener el avión en condiciones para su venta, tan sólo en el último año, de septiembre de 2020 a septiembre de 2021, la Secretaría de la Defensa Nacional ha erogado un millón 244 mil 817 dólares de pagos en Estados Unidos (24 millones 896 mil pesos) por póliza de mantenimiento, combustible, seguro y actualización de la base de datos de navegación, y casi un millón de pesos en México por turbosina, según un reporte de transparencia de la propia secretaría.
A esto se suma lo gastado entre el 1 de diciembre de 2018 y el 22 julio de 2020 en los mismos rubros que ascendió a 79 millones de pesos, lo que deriva en 105 millones de pesos destinados en estos tres años en los que la aeronave ha permanecido un mayor tiempo en tierra.
Estos gastos son adicionales a lo que ha tenido que pagarse por al menos tres avalúos que se llevaron a cabo con el fin de contar con un margen y asegurar que el avión se vendiera a buen precio para el gobierno federal.
A principios de 2019, la empresa Morten Meyer con sede en Estados Unidos tasó el avión en 130.5 millones de dólares. La misma empresa actualizó su avalúo cuatro meses después para dejarlo en 127.73 millones de dólares.
En segundo lugar, MCLarens Aviation del Reino Unido valuó el avión presidencial en 130.3 millones de dólares en mayo de 2019. Por último, en octubre de ese año, el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) determinó un valor de 125.6 millones de dólares. Actualmente el precio es de alrededor de 117 millones de dólares.
SIN TOMAR VUELO
Dos días después de tomar posesión, el 3 de diciembre de 2018 el presidente López Obrador instruyó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que el avión fuera llevado esa mañana a la base aérea de Boeing en Victorville, California, donde permaneció durante un año y siete meses, tiempo en el cual recibió mantenimiento y la actualización de sus certificados de operación.
El 27 de julio de 2020 cuando se realizó la conferencia mañanera del presidente en el hangar del Sexto Agrupamiento Aéreo de la Fuerza Aérea Mexicana en el AICM, donde se guarda el otrora TP-01, se informó por parte de Banobras que se tenían identificados 42 potenciales compradores de 16 países; de estos, se mantenían negociaciones con dos potenciales compradores, uno de ellos, incluso, había hecho un depósito de un millón de dólares. Al final la oferta no prosperó.
El 15 de septiembre de 2020 la Lotería Nacional realizó un sorteo por el valor del avión presidencial que al final logró recaudar mil 823 millones de pesos, de los cuales se destinaron a premios mil 272 millones y 264 millones al Insabi. El resto para gastos de operación, comisiones e impuestos.
SIGUE LA VENTA
La UNOPS establece en sus lineamientos para la venta de la aeronave, que ninguno de los posibles compradores deberá estar incluido en la lista de vendedores suspendidos de Naciones Unidas (List of Suspended Vendors) ni en la lista 1267 de empresas involucradas con el financiamiento de actividades vinculadas con el terrorismo; lista de proveedores suspendidos de UNOPS; lista de proveedores no responsables, lista de firmas o individuos inelegibles, ni en la lista de declarados inelegibles por el Banco Mundial.
De forma adicional, “se deberá verificar que la empresa interesada en la compra ni sus socios estén o hayan estado involucrados en procesos o demandas legales; que los recursos para la compra de la aeronave provengan de fuentes lícitas (sean recursos propios o financiamiento)”, se refiere en las bases de licitación.