El expresidente de Bolivia Evo Morales aseguró desde Ciudad de México que el control del litio estuvo detrás del “golpe de Estado” que supuestamente lo derrocó en 2019 y apoyó la iniciativa del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador que busca nacionalizar esta materia prima.
“La industria del litio debe estar en manos de los Estados, no del sector privado. Esa es nuestra experiencia”, dijo Morales en una rueda de prensa con motivo de los dos años de su asilo en México tras dejar la presidencia boliviana.
El presidente López Obrador presentó semanas atrás una propuesta de reforma constitucional que limita la participación privada en el sector eléctrico y nacionaliza el litio, un preciado mineral para el que el Gobierno mexicano no entregará licencias de explotación.
Para el diseño de su política sobre el litio, el Gobierno de México recibió asesoramiento de Bolivia.
Evo Morales defendió que América Latina “puede ser una potencia” en el sector del litio, utilizado para fabricar baterías.
“Lamentablemente debo decir una vez más que los países industrializados no aceptan que los latinoamericanos podamos dar valor agregado a los recursos naturales”, opinó Morales, quien participa en un seminario internacional de las izquierdas latinoamericanas convocado por el mexicano Partido del Trabajo (PT).
El expresidente afirmó que durante su mandato decidió “como Estado industrializar el litio” y aseguró que “luego vino el golpe de Estado“.
Evo Morales recordó el largo periplo del avión de las Fuerzas Armadas mexicanas que lo sacó de Bolivia tras haber dimitido y lo llevó a México el 12 de noviembre de 2019, y agradeció una vez más al presidente López Obrador por su gestión.
“La derecha fascista están arrepentidos de no acabar con mi vida, por eso digo que México nos ayudó a salvar la vida y también nos ayudó a salvar la democracia”, afirmó.
Bolivia estuvo sumida en una crisis social y política tras los comicios del 20 de octubre de 2019, que fueron anulados por las denuncias de que hubo un presunto fraude electoral a favor del entonces presidente, Evo Morales.
Tras el informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se conoció la madrugada del 10 de noviembre de 2019, Morales primero anunció nuevas elecciones y horas después dimitió a la Presidencia, alegando ser víctima de un supuesto “golpe de Estado”.
Evo Morales llegó a México el 12 de noviembre de 2019 como asilado político del Gobierno de López Obrador tras un largo periplo.
En su último libro, el presidente mexicano aseguró que presuntos militares bolivianos intentaron derribar con un cohete el avión en el que despegó Morales desde Cochabamba con destino a México.
Evo Morales solo estuvo un mes en México, pues tras la toma de posesión del argentino Alberto Fernández, se trasladó al país suramericano, y finalmente regresó a Bolivia después de la victoria de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones generales de octubre de 2020 con el candidato Luis Arce.