La frontera de Estados Unidos y México será reabierta a principios de noviembre a todas las personas extranjeras con visa que comprueben que están completamente vacunadas contra covid-19, informaron funcionarios de la Casa Blanca.
Aunque todavía no hay una fecha concreta para levantar las restricciones de viaje, las autoridades estadounidenses dijeron que a partir de “los primeros días de noviembre” visitantes y turistas podrán cruzar a pie o en auto, siempre y cuando cumplan con los requisitos.
“A un viajero extranjero que no esté vacunado no se le permitirá ingresar a Estados Unidos, dijo un funcionario de la Casa Blanca que pidió no ser identificado, el martes por la noche. “El nuevo sistema de viajes creará protocolos consistentes y estrictos para todos los extranjeros que viajen a Estados Unidos, ya sea por aire, por tierra o ferry”.
La fuente dijo que el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, realizará el anuncio el miércoles del levantamiento de restricciones que desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 restringieron el paso a Estados Unidos a cruces “no esenciales”.
De acuerdo al anuncio de la Casa Blanca, los extranjeros tendrán que mostrar un comprobante de vacunación de forma digital o en papel, aunque no fueron revelados detalles específicos de cómo operarán las revisiones en los puertos de entrada.
También a partir de noviembre las autoridades aduanales de Estados Unidos pedirán comprobante de vacunación a las personas que quieran ingresar por avión.
Para normalizar el cruce transfronterizo, las autoridades estadounidenses relajarán las restricciones en dos fases:
La primera, a partir de los primeros días de noviembre, se requerirá a todas las personas que quieran realizar viajes “no esenciales” que muestren prueba de estar completamente vacunados.
“Esta acción está guiada por la salud pública y la ciencia y asegura que estamos utilizando las mejores herramientas que tenemos para proteger a las personas de covid-19 y la seguridad del tráfico transfronterizo”, dijo la fuente de la Casa Blanca.
En una segunda fase, a principios de enero, todos los viajeros que deseen entrar al país, por motivos esenciales o no, deberán tener completo su esquema de vacunación.
Durante una sesión de información el martes, los funcionarios de la administración de Joe Biden dijeron que ya no requerirán un examen negativo de covid-19 para ingresar por tierra o por aire y solo se requerirá prueba de vacunación.
Personas que quieran ingresar por motivos “no esenciales” y que no estén completamente vacunados, no podrán entrar al país.
De acuerdo a las protocolos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) un viajero esencial es aquel que es ciudadano o residente permanente de Estados Unidos, personas que viajan con fines médicos, estudiantes y trabajadores transfronterizos que muestren la documentación requerida para ingresar al país.
No esencial es aquella persona que quiera ingresar al país por motivos de turismo, compras o para visitar a familiares.
Las autoridades dijeron que el 21 de octubre se volverá a hacer el anuncio de la extensión al cierre de la frontera, solo que la fecha de reapertura quedaría pendiente una vez que estén listos los lineamientos.
En duda qué vacunas aceptarán
La Casa Blanca informó que seguirá la pauta de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) sobre cuáles vacunas serán reconocidas como requisito para entrar al país, así como protocolos adicionales que deberán seguirse.
“Esto lo conoceremos en los próximos días”, indicaron los funcionarios.
Aparte de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Oxford/AstraZeneca, Johnson & Johnson y Moderna, México ha aplicado las vacunas Sinovac de China, CanSino de China y Sputnik V de Rusia.
El 28 de septiembre, The Washington Post publicó que el gobierno estadounidense aceptaría solamente vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud para ser admitido en el país. Las vacunas Sputnik V y CanSino no han sido aprobadas por esta organización.
Frontera parcialmente cerrada por 20 meses
Estados Unidos, México y Canadá acordaron cerrar parcialmente su frontera terrestre a viajeros no esenciales a partir del 21 de marzo del 2020 para evitar la propagación de covid-19.
Durante 19 meses, el paso de México y Canadá hacia Estados Unidos ha estado restringido a ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, así como a viajeros con motivos esenciales. Todas las personas con visa de turista no han tenido permitido el paso.
Durante los primeros 18 meses que duró el cierre de la frontera, se calcula que las pérdidas económicas para los condados fronterizos de Texas fueron de $10,000 millones.
En mayo, autoridades mexicanas indicaron que el gobierno estadounidense estaba dispuesto a abrir la frontera a condición que los residentes de municipios fronterizos tuvieran niveles de vacunación similares a las localidades vecinas del lado estadounidense.
El 14 de septiembre, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dio por concluida la vacunación en los municipios fronterizos de todas las personas mayores de 18 años, después de aplicar 3.8 millones de vacunas en 45 localidades.
“Entendemos lo valioso que son los viajes transfronterizos desde Canadá y México para la actividad económica en las comunidades fronterizas, para nuestra economía en general y los lazos personales y familiares”, indicaron el martes los funcionarios de la Casa Blanca.