La Declaración de Principios y el Plan de Acción del PRI, vigentes, impiden a sus militantes respaldar intentos de proteccionismo económico y les ordenan impulsar la apertura del mercado energético, así como fomentar las energías limpias, por lo que sus legisladores federales no están en condiciones de respaldar una reforma eléctrica que rompa estos principios.
Productos de la XXI Asamblea Nacional del PRI, realizada en 2013 y ratificados durante la XXII Asamblea Nacional del PRI en 2017, los documentos básicos del partido expresan el perfil ideológico del tricolor y las directrices que seguirán sus militantes, quienes están obligados a respetarlas.
“Ratificamos nuestro compromiso con la apertura comercial y la cooperación y corresponsabilidad internacionales, como medios para enfrentar los retos del siglo XXI, rechazando las tendencias de algunos países por favorecer el proteccionismo y cambiar el modelo de desarrollo basado en el valor de la libertad”, dice su Declaración de Principios.
El Plan de Acción dice que los priistas deberán trabajar por “ampliar la disponibilidad de fuentes de energía para el mercado mexicano, preferentemente de fuentes limpias. Todas las industrias utilizan algún tipo de energía como insumo y por tanto, en la medida en la que hay más energía disponible y a menor costo, quienes la utilizan podrán crecer mucho más rápido.
“La energía asequible y no contaminante es fundamental para construir ciudades y comunidades sostenibles en las que haya industria, innovación e infraestructura”, dice el punto 33 del Plan de Acción.
Y en el 32 establece que los priistas deberán “mantener una economía abierta y moderna en la que crezca la inversión y el comercio con el resto del mundo, en particular, fortalecer la competitividad de América del Norte, fomentando un comercio regional incluyente y acorde a la economía del Siglo XXI.
“(…) Ante el actual contexto internacional, el Partido apoyará que las transformaciones ocurridas en sectores estratégicos como comunicaciones y energía, se contemplen en el Tratado Comercial para América del Norte”, dice.
Y añade que “es importante ponderar que los beneficios de ser una economía abierta tienden a superar en mucho a sus retos. Asimismo, se impulsará el mercado interno para fortalecer las cadenas productivas”.
“Privatización encarece luz”
La privatización de la electricidad produce el encarecimiento del energético, aseveró la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
La mandataria capitalina afirmó que las experiencias internacionales muestran que entregar la generación eléctrica a privados es contraproducente porque genera altos precios.
Sheinbaum puso como ejemplo el caso del incremento de los costos eléctricos de España y la crisis de gas en Texas.
“Vean lo que está pasando en España, o sea, la privatización en todo el mundo lo que ha generado es altos precios de la energía eléctrica, eso es lo que ha generado”, dijo.
La mandataria capitalina indicó que contar con una paraestatal como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) también otorga otros beneficios como la atención de la emergencia de enero en el Sistema de Transporte Colectivo Metro en donde se incendiaron los transformadores.
“Vean lo que nos pasó a nosotros en el caso del accidente que tuvimos en el Metro en enero de este año con los transformadores, si no hubiéramos tenido una empresa eléctrica de estas características que entrara a trabajar con el Metro y después resolver el problema de los contratos y todo lo demás, no se hubiera podido restablecer el servicio rápidamente”, expresó.
Sheinbaum indicó que el plan del gobierno de México no contempla expropiaciones ni nacionalizaciones, sino darle a la CFE la mayoría de la generación para beneficio de la mayoría de los habitantes.
E indicó que también los privados pueden ingresar al mercado de la electricidad, pero con una visión de soberanía nacional y de fortalecimiento a las empresas nacionales.