Mary Franco tenía 13 años cuando la esterilizaron en una institución mental por ser “mentalmente débil”. Kelli Dillon pensó, mientras estaba presa, que le extirparían un quiste en los ovarios cuando en realidad le practicaron una histerectomía. Estos procedimientos irregulares, que no se le comunicaban a los pacientes, ocurrieron durante décadas en California. Tras décadas de lucha y dolor, las víctimas y sus familias están siendo reconocidas por el estado.
California aprobó esta semana, como parte del presupuesto, una compensación monetaria de hasta 25,000 dólares para algunas de miles de personas que fueron esterilizadas, unas cuando eran tan solo niñas, desde hace décadas por el Gobierno por considerarlas “no aptas para reproducirse”.
Se convierte así en el tercer estado, después de Virginia y Carolina del Norte, en compensar a las víctimas de las leyes eugenésicas, que buscaban esterilizar a las personas con enfermedades mentales, discapacidades físicas y otros rasgos considerados indeseables y así supuestamente “mejorar la raza humana”. Estas leyes fueron aprobadas con apoyo de tanto demócratas como republicanos.
“Ha sido increíble, bastante surreal”, le dijo a Noticias Telemundo Stacy Córdova, cuya tía, Mary Franco, fue esterilizada forzosamente cuando tenía 13 años, en 1934.
“Fue bastante traumático para ella”, dijo Córdova sobre el efecto que tuvo en su tía haber sido esterilizada sin su consentimiento a tan corta edad. “Quería una gran familia. Nunca lo logró”.
Córdova dijo que la aprobación de este presupuesto “sí se siente como una disculpa, que están arreglando una injusticia… Nunca van a poder deshacerlo, y ningún dinero podría arreglarlo. Pero da un grado de paz el saber que están tratando de arreglar este daño”.
California aprobó esta semana apartar 7.5 millones de dólares para las indemnizaciones, parte de su presupuesto operativo de $262,600 millones firmada el viernes por el gobernador Gavin Newsom.
“Ninguna cifra sería suficiente para indemnizar algo tan terrible como quitarle la decisión a una persona de formar una familia”, le dijo a Noticias Telemundo Susy Chávez, directora de comunicaciones de Latinas de California por la Justicia Reproductiva, o CLRJ por sus siglas en inglés. Esta organización luchó para que se aprobaran las indemnizaciones, además de promover el derecho a decidir: a tener o no tener hijos.
“Pero sí nos sentimos contentas de por lo menos saber que el estado está admitiendo su culpa y que está haciendo algo por repararlo y no seguir ocultando una historia que se sigue repitiendo”, agregó Chávez.
“Creemos que de alguna forma ayuda a sentar precedente para sacar estas historias a la luz y traer justicia a todos los sobrevivientes”, dijo.
El oscuro legado del racismo y la eugenesia
Desde principios del Siglo XX, California esterilizó a más de 20,000 personas antes de que se derogara la ley eugenésica en 1979. Según cálculos del Laboratorio de Esterilización y Justicia Social de la Universidad de Michigan (SSJLab, por sus siglas en inglés) actualmente hay 627 sobrevivientes, 383 de esterilizaciones eugenésicas y 244 de esterilización ilegal en prisiones.
Tanto hombres como mujeres fueron esterilizados bajo estas leyes, al igual que gente de todas las razas y etnias, según documentos oficiales proveídos a Noticias Telemundo por CLRJ.
Pero las latinas fueron víctimas de estos procedimientos de manera desproporcionada. El SSJLab estima que, durante el apogeo del programa de 1919 a 1952, las mujeres y las niñas tenían un 14% más de probabilidades de ser esterilizadas que los hombres, las latinas 59% más probabilidades que las no latinas, y los hombres latinos un 23% más de probabilidades de ser esterilizados que los no latinos.
El programa de esterilización forzada de California comenzó en 1909, después de que se aprobaran leyes parecidas en Indiana y el estado de Washington. Fue, por mucho, el programa más grande, un tercio de todas las personas esterilizadas en Estados Unidos bajo esas leyes. Fue tan prominente que inspiró prácticas similares en la Alemania nazi, según le dijo a The Associated Press Paul Lombardo, profesor de derecho en la Universidad Estatal de Georgia y experto en el movimiento eugenésico.
“La promesa de la eugenesia desde el principio era acabar con todas las instituciones estatales: cárceles, hospitales, asilos, orfanatos”, explicó Lombardo. “Las personas que estaban en esos sitios simplemente dejarían de nacer después de un tiempo si se esterilizaba a sus padres”.
La propuesta de California de reparación para las víctimas es única porque también pagaría a las mujeres a las que el estado obligó a esterilizarse mientras estaban en prisión, tan recientemente como 2010.
Una auditoría estatal de junio de 2014 encontró que el estado esterilizó a 144 mujeres entre 2005 y 2013 y que ninguna de ellas fue informada debidamente ni se le ofreció tratamiento alternativo.
“Este tipo de violaciones a los derechos humanos no acabaron con estas leyes que se pasaron hace 100 años, sino que han continuado de alguna forma u otra”, comentó Chávez. “Un ejemplo de eso es la población encarcelada que ha sido esterilizada. De una forma, estas leyes de eugenesia siguen teniendo un legado muy oscuro en las instituciones del estado”.
La CLRJ ha peleado por al menos ocho años para aprobar esta indemnización, dijo Chávez, de la mano de grupos como la Coalición de Mujeres Encarceladas de California, el Fondo de Defensa y Educación de Derechos de Discapacidad y Back to the Basics, que busca empoderar a las comunidades desfavorecidas de Los Ángeles.
También trabajaron con Renee Tajima-Peña, la directora del documental de PBS No más bebés, sobre las más de 200 esterilizaciones forzadas que ocurrieron en el condado de Los Ángeles entre 1968 y 1974, en el Centro Médico de Los Ángeles-USC. Y aunque en 2018 la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles se disculpó por esas esterilizaciones, esas mujeres no son elegibles para las indemnizaciones bajo este presupuesto de California. Pero las activistas dicen que esperan incluirlas en el futuro.
Sanando dolor de generación en generación
Las repercusiones de estas prácticas son sentidas por las víctimas y por sus familiares a través de los años, explicó Chávez. “No es solamente esterilizar a una persona. Hablando con esas familias sabemos que han sufrido unas consecuencias muy trágicas y mucho dolor y trauma”.
Muchas han tenido que recibir ayuda psicológica por años, contó esta nativa de Los Ángeles. Algo que le ha ayudado a sanar a algunas es unirse a la lucha para lograr que el estado rindiera cuentas por lo que hizo. “Ha sido muy importante para ellos estar involucrados en traer un sentido de justicia”.
Este es el caso de Stacy Córdova y su familia.
Córdova, una maestra de necesidades especiales de 44 años de abuelos mexicanos, ha investigado extensamente el caso de su tía, Mary Franco, a quien entrevistó poco antes de su muerte. Ella hubiera cumplido 100 años este año.
Los documentos oficiales describían a Franco como “mentalmente débil” debido a una “desviación sexual”, le contó Córdova a Noticias Telemundo.
Córdova dijo que Franco en realidad fue abusada por un vecino y que su familia la internó en una institución para proteger la reputación de la familia. Una de las condiciones para que saliera en libertad era que la esterilizaran.
El haber sido institucionalizada por su familia y sometida a un procedimiento mal hecho que le dejó secuelas y dolor por el resto de su vida, y que le negó la posibilidad de tener una familia, la impactaron desde niña de manera profunda y permanente.
Luego, a los 17 años, Franco se enamoró de un hombre y se casaron, contó su sobrina. Pero cuando él descubrió que ella no podía tener hijos, la devolvió a la casa de sus padres. “Le rompió el corazón. Nunca lo volvió a ver”.
Pese a que “tuvo muchos pretendientes y era el alma de la fiesta”, dijo Córdova, Franco vivió una vida solitaria, devota a sus sobrinos, trabajando por 30 años para la compañía de atún Starkist Tuna. Desde el procedimiento sufrió de sangrados y problemas de salud, hasta que ya en sus sesenta tuvo que ser sometida a una histerectomía, o extirpación del útero, dijo Córdova.
“Ella tenía chispa, era fuerte y aguerrida. Le hubiera encantado oír esta noticia”, dijo Córdova, conmovida hasta las lágrimas al recordar a su tía y lo difícil que fue su vida. “Ella nunca pensó que fuera parte de algo mayor”.
Comenzar a sanar
Para algunas mujeres, al trauma del procedimiento se sumó el de tener que darse cuenta de lo que las habían sometido al juntar las piezas de un macabro rompecabezas sobre su propia vida.
Susy Chávez explica que esto le ocurrió a mujeres como Kelli Dillon, quien fue esterilizada cuando estaba presa en una cárcel estatal de California y es la protagonista del reciente documental de PBS Belly of the Beast, o El vientre de la bestia.
A los 24 años, en 2001, le dijeron que necesitaba una cirugía por un quiste en un ovario. En realidad, le practicaron una histerectomía. Esta madre de dos hijos no supo la verdad hasta que su abogado (no los médicos que la trataron) le informó que no volvería a tener más hijos.
Para documentar este tipo de casos, el CLRJ también contó con la ayuda de Dillon.
“Para ella es un trauma y una pelea muy grande para traer justicia, no solo para ella, sino para todas la mujeres negras, latinas, indígenas, que han sufrido por esto. Que les han quitado el poder decidir por sí mismas por el hecho de estar encarceladas”, dijo Chávez.
Lograr la aprobación del presupuesto para la compensación fue un gran logro tanto para Dillon, como para Chávez, como para familiares como Córdova, pero no será el final de un duelo que ha tomado décadas y que destrozó miles de vidas.
“No sé si es justicia. El dinero no compensa lo que les pasó. Pero es bueno saber que está siendo reconocido”, dijo Córdova, quien está escribiendo un libro sobre su tía y cómo ejemplifica el racismo sistémico contra los inmigrantes latinos. Los familiares como ella no son elegibles para los pagos, solo lo son las víctimas directas. “Para mí, esto no se trata de dinero. Se trata de mantener vivos la memoria y el legado de mi tía”.