El gobierno católico en Sonora, conformado por las diócesis de Hermosillo, Ciudad Obregón y Nogales, hizo un llamado a los electores para que defiendan la democracia votando el 6 de junio; pidió que participen como observadores, y a los candidatos a no hacer promesas engañosas.
En un comunicado conjunto firmado por Ruy Rendón Leal, arzobispo de Hermosillo; Rutilo Felipe Pozos Lorenzini, obispo de Ciudad Obregón y José Leopoldo González González, obispo de Nogales, la iglesia católica pidió a los ciudadanos que reflexionen el voto para elegir a los próximos gobernantes y representantes populares.
“En México vivimos en una democracia, la democracia se distingue por promover los principios de igualdad y libertad entre todos los ciudadanos por proteger la Constitución, la división de poderes, la rendición de cuentas de los gobernantes, la propiedad privada y por defender la libertad de expresión, la libertad religiosa y la libertad de información”.
La democracia se defiende con el voto y votamos para asegurar el justo desarrollo y crecimiento armónico de las personas, la familias y las instituciones, por eso el voto debe ser libre, personal, informado y razonado, precisó.
El Instituto Nacional Electoral es un organismo público, autónomo que garantiza la democracia y es una gran conquista ciudadana en México. Debemos colaborar para que cumpla cabalmente su función, externó.
Los políticos y gobernantes, dijo, tienen una altísima vocación, están llamados a ejercer una de las formas más preciosas de la caridad y buscar el bien común.
La Iglesia refirio que “atenta contra la dignidad de una persona quien bajo presión, amenazas, manipulación, promesas o engaños obliga a votar a favor o en contra de un actor político movimiento o partido”.
También, dijo, los candidatos deben promover la defensa del derecho del niño a tener papá y una mamá en caso de adopción; derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos; derecha una auténtica libertad religiosa; derecho a la libertad de expresión; respeto y promoción del medio ambiente; proyectos de economía solidaria subsidiaria al servicio de la persona; políticas a favor de la justicia laboral; políticas de seguridad social que incluyan a todos los ciudadanos y políticas de seguridad pública.
Un fiel católico no vende su conciencia y su voto a cambio de favores, regalos, intereses corporativos, venganzas o ideologías contrarias al bien común. “No caigamos en fanatismo, sumisión ciega”, instó.
“Abstenerse de votar no es opción para un católico, el católico que no vota pone en riesgo que los principios y valores evangélicos sean atacados no dejemos que otros decidan por nosotros”, acotó.
A los candidatos y candidatas, pidió, es momento de establecer compromisos directos, concretos, medibles e, incluso, firmados legalmente.
Exhortó a los fieles a ir un poco más allá y que aprovechen la oportunidad de ser observadores electorales del INE para cuidar la transparencia y limpieza de la próxima jornada cívica.