La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) presentó las Conclusiones de su Reunión de Medio Año, en las que se pronunció en contra del hostigamiento ejercido contra los periodistas de América Latina por parte de los gobiernos, principalmente en México, Argentina, Brasil y El Salvador.
“Los mandatarios Nayib Bukele, de El Salvador; Jair Bolsonaro, de Brasil; Andrés Manuel López Obrador, de México, y Alberto Fernández, de Argentina, son quienes más hostigan al periodismo“, dijo la SIP en sus conclusiones.
Destacó que en Bolivia, Venezuela, Cuba, El Salvador y Nicaragua los gobiernos también utilizan los medios gubernamentales y las redes socialespara desacreditar a los periodistas. Destacó que esas acciones afectan la libertad de expresión y ponen en riesgo a los periodistas de sufrir ataques.
“Desde el poder político continúa el avance por desacreditar y estigmatizar el ejercicio del periodismo, generándose un clima hostil que puede degenerar en acciones violentas concretas contra medios y periodistas“, dice la SIP.
La SIP condenó el asesinato de ocho periodistas en el ejercicio de su profesión y la desaparición de otro, al tiempo que subrayó la responsabilidad de los gobiernos para “que no queden en la impunidad” estos crímenes.
La organización denunció que desde la Asamblea general de octubre de 2020 han sido asesinados ocho periodistas: cuatro en México y uno en Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras, mientras continúa desaparecido un reportero en México.
Consideró además la situación de Honduras, donde 29 periodistas se han acogido a la Dirección General del Sistema de Protección a causa de la violencia y la amenazas.
En la resolución condena los asesinatos de Jaime Castaño, Israel Vázquez, Jesús Alfonso Piñuelas y Arturo Alba Medina (México), de Andrés Felipe Guevara (Colombia), Efraín Ruales (Ecuador), Mario Ortega (Guatemala) y Pedro Arcángel Canelas (Honduras), así como la desaparición de Pablo Romero Chávez en México.
En su informe contra la impunidad, la SIPexhorta a los gobiernos de México, Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras a cumplir con su “responsabilidad de identificar a todos los responsables de los asesinatos y desapariciones”.
Denuncia también que en México el mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y periodistas “ha sido incapaz de funcionar como un órgano nacional de coordinación eficaz”, de contar con recursos suficientes, lo que “coloca en grave riesgo a los periodistas“.
La SIP, con sede en Miami, subraya que “el asesinato y la desaparición de periodistas y trabajadores de medios de comunicación constituye una forma extrema de censura”.
Recuerda en su resolución general que la “falta de justicia e impunidad, incentiva otros actos de violencia, conduce a la autocensura como mecanismo de defensa”, situación que genera un “efecto inhibitorio en el ejercicio de la libertad de expresión”.